Un lindo reencuentro sucedió en el último capítulo de “Podemos Hablar”, la comediante Pamela Leiva volvió a ver a su gran amigo, Gabriel “Coca” Mendoza, a quien conoció en el reality de Canal 13, “1810″. Al momento de verse ellos se dieron un gran abrazo, y él proclamó que la considera como “una hermana chica”.
Sin embargo, de entrada el exfutbolista le cobró sentimientos. “Ella es como mi hermana chica, pero igual así no me invitó a su matrimonio”, lanzó. La comediante no sabía dónde esconderse y lanzó una risa antes de explicar los motivos de esta radical decisión.
“No lo invité porque estábamos medios enojados. Aparte, mi exmarido le caía mal el Coca. Decía ‘no quiero a ese indio metido en mi matrimonio’. Y yo muy....”, explicó Leiva antes de recibir la talla de Julio César Rodríguez quien destacó su suerte con los hombres.
“Manso ojo. Sí, no lo invité a mi matrimonio, pero debo decir que estaba influenciada por el lado de la otra persona, por el otro que se casaba. Pero, cuando yo caí en crisis y quedó la embarrada, yo lo empecé a llamar y éste no me contestaba el teléfono”, agregó.
El llamado desesperado de Pamela Leiva
La comediante tuvo que recurrir a medidas drásticas y llamó desesperada a la señora del Coca para que su amigo le contestara el celular. “¡Por favor dile a este desgraciado que me conteste el teléfono! Lo necesito, no me puede dejar sola en este momento. Dile que le exijo que me llame por teléfono”, recreó Pamela.
“Me llamó y cuando me llama me pongo a llorar. Me dijo ‘ya no llores mierda’. Ahí retomamos nuestra amistad y no nos hemos dejado de ver nunca más”, contó Leiva.
Además, ella afirmó que nunca han estado en televisión juntos desde su participación en el reality “1810″, el cual se emitió en el año 2009.
¿Cómo nació esta historia de amistad?
Coca Mendoza dijo que entró a “1810″ para sacarse la espina del reality anterior, “La Granja VIP”, en donde perdió la final en contra del español, Javier Estrada. “Yo dije que iba a entrar a este reality enfocado absolutamente en ganar, no hacerme amigo de nadie, si tengo que pelear con todos, lo voy a hacer y no quiero cuidar ni proteger a nadie”, confesó.
“Pero, apareció esta regalona bajando la Cordillera, bajamos la Cordillera de Aconcagua por 8 horas”, recordó. El exfutbolista señaló que desde el minuto uno tuvo que orientar a Leiva, quien primero no quería ponerse calcetines con sus ojotas, y estuvo atento de ella en cada momento del viaje.
“Se compró el Aconcagua completo, el porrazo que escuchaba era la perlita. Entonces, la llevé de la mano, ‘vente atrás mío’, la protegí ahí”, contó.