La participante del reality show “Ganar o Servir”, Faloon Larraguibal, encendió las redes sociales tras cumplir su promesa y lanzarse al mundo de la creación de contenido para adultos a los 35 años. La exconductora de Sabores, conocida también por su participación en el programa juvenil Yingo, sorprendió a sus seguidores al publicar sus primeras fotos en la plataforma Onfayer.
A través de sus redes sociales, Onfayer compartió un adelanto de la sesión de fotos de Larraguibel, donde se la puede ver luciendo diversos conjuntos de lencería. “Pronto contenido exclusivo de nuestra hermosa Faloon solo en Onfayer”, anunció la plataforma en su cuenta de Instagram, mostrando imágenes en las que la ex chica reality posa con ropa interior blanca y negra.
La incursión de Larraguibel en Onfayer refleja una tendencia creciente entre figuras públicas que optan por explorar nuevas formas de generar ingresos a través de plataformas de pago. Incluso en la misma plataforma de Faloon debutó hace un tiempo el trasandino Luis Mateucci.
“Necesito comprarme una casa para mis hijos”
Hace unos días, Larraguibel anunció su decisión de incursionar en plataformas de pago, motivada principalmente por razones económicas. “Necesito comprarme una casa para mis hijos”, explicó, añadiendo que “ese es mi fin y por eso lo estoy haciendo”. La ex chica Yingo admitió que nunca había explorado su lado más sensual hasta ahora, lo que hace de esta nueva etapa en su carrera algo aún más sorprendente.
La respuesta de sus seguidores no se hizo esperar. Los primeros registros de su sesión fotográfica recibieron comentarios llenos de apoyo y admiración. “Hermosa ella, a sacarle provecho no más a ese cuerpazo”, escribió un usuario. Otro comentó, “Ya con ese cuerpazo le muestro lo que quiera jajaj total solo miran”. Las muestras de apoyo continuaron, con mensajes como “Te felicito y solo te deseo que te vaya bien”.
Cabe destacar que, desde su bullada separación de Jean Paul Pineda, quién agredió físicamente a la exchica Yingo, Faloon se ha referido públicamente a su deseo de comprar una casa para sus tres hijos y de “facturar” lo que más pueda para asegurar su futuro junto a ellos, sin depender de nadie.