El multimillonario empresario Mark Zuckerberg sorprendió a todos al mostrar su “mansión de lujo flotante”: se trata de un megayate que ha sido valorado en 300 millones de dólares y que se encuentra atracado en el puerto de Mallorca.
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La embarcación recibió el nombre de Launchpad, y fue fabricada por el constructor naval Feadship como un autoregalo del magnate tecnológico por su cumpleaños 40. El buque dispone de un diseño bicolor de tres cubiertas, y tiene un peso de 5.000 toneladas. También incorpora un helicóptero en la popa. El yate está propulsado por cuatro motores, que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 21 nudos.
El Diario de Mallorca ha señalado que, “tras recibir el barco de los astilleros, Mark Zuckerberg habría pisado por primera vez su lujos nueva adquisición el pasado 14 de mayo en Panamá, coincidiendo con la celebración de su 40 cumpleaños”.
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Según informaron distintos medios, esta joya de los mares del CEO de Meta habría incumplido una norma de navegación importante que va en contra de la legislación española.
De acuerdo con distintos medios locales, el empresario sacó sus dos embarcaciones para dar un paseo en su nueva adquisición, pero Zuckerberg cometió un error al desactivar los Sistemas de Identificación Automática (AIS), que tienen como objetivo transmitir la posición de un barco para evitar que otros colisionen entre sí, según ‘Global Fishing Watch’.
Estos son obligatorios para cualquier buque que esté realizando un viaje internacional, de acuerdo con la Organización Marítima Internacional (OMI). Los últimos registros de los yates del dueño de Facebook se realizaron cuando estaba saliendo de Florida hacia Jamaica, de acuerdo con ‘Luxury Lanunches’.
Luego de esto, Launchpad salió de Panamá el 22 de mayo y llegó a Gibraltar el 4 de junio. Después de ese movimiento, se le observó a los dos yates llegar hasta el Club Mar de Palma en Mallorca, lo que se cree que realizó con el fin de que nadie se enterara de su llegada.
Apagar los AIS de los dos barcos pone en riesgo la seguridad de los tripulantes y de los demás barcos que se encuentren cerca y va en contra de la legislación española por lo que podría enfrentarse a una multa en el país europeo.
