Una semana atrás, las redes sociales ardían con imágenes filtradas de Francisco Kaminski y Camila Andrade, quienes fueron avistados comprando en un mall del sector oriente de la ciudad. Así quedó en evidencia según una serie de registros capturadas por cibernautas, quienes aseguraron que el locutor le andaba comprando un “engañito” a su nueva suegra.
Entre las instantáneas, una capturó la atención del público en particular: la expresión de la vendedora que atendió a la pareja. Diversos usuarios de redes sociales realizaron conjeturas en torno a la supuesta “mala cara” que tenía la trabajadora de retail.
Ante la especulación generalizada que se generó a partir de los registros , Teresa Errázuriz, la trabajadora en cuestión, decidió hablar y defenderse de las críticas en una carta dirigida a La Cuarta.
Errázuriz, visiblemente afectada, expresó su consternación por la repercusión personal y laboral que tuvo la noticia. En su declaración, enfatizó que siempre estuvo dispuesta a brindar atención de calidad, desmintiendo así las acusaciones vertidas en algunos medios.
“El daño ya está causado”
“Una noticia que aparentemente debiera tomarse con liviandad, en mi caso no se imagina el daño que me ha causado”, lamentó la aludida, asegurando que tuvo consecuencias “lo personal, en lo laboral, en lo económico y lo más importante en lo emocional”.
“Aclaro que mi disposición de poder atenderlos siempre estuvo y con ello quiero desmentir lo que salió publicado en su medio”, señaló la trabajadora en la rectificación pública, afirmando que “jamás haría algo que se aparte del buen proceder y sobre todo con mucho respeto por la o él cliente”.
En ese sentido, la mujer sostuvo que “si bien mis superiores jerárquicos ya saben de mi situación y de mi proceder ante una clienta, no estoy tranquila porque quizás más tarde que temprano pueda repercutir negativamente con consecuencias nefastas”.
La carta de Errázuriz pone de manifiesto la importancia de considerar las consecuencias de la exposición mediática en la vida de las personas. “Soy de lunes a viernes una estudiante de enseñanza superior y con mi trabajo financio buena parte de mis estudios”, destacó, subrayando la importancia de cuidar su fuente laboral.
Finalmente, la mujer, cerró la misiva recalcando que “el daño ya está causado, con mucha humildad y respeto le exijo que sea publicada en los mismos términos, que salió la nota, la rectificación de dicha información”.