Si bien ha pasado ya una semana y media desde que fue víctima de un violento asalto grupal con armas de fuego y blanca en el estacionamiento de un supermercado en la comuna de Chicureo, el estilista de las famosas Jean Bohus reconoce que aún no ha podido recuperarse mentalmente de ese aterrador momento.
Y es que las secuelas que le dejó aquel ataque armado de un grupo de asaltantes han sido más evidentes en su salud mental que en la física, donde por estos días se mantiene realizando curaciones para cicatrizar las heridas de cuchilla y arma de fuego recibidas en su torso y pierna derecha.
Los traumas de Bohus luego del robo
“Estoy aún con curaciones, también hay que ver si voy a perder sensibilidad o movilidad en las zonas afectadas. Lo más probable es que las heridas se van a sanar, pero queda el dolor y la frustración de lo que pasó”, reconoce el estilista, quien en conversación con lun.com revela que “ahora tengo miedo de salir a la calle”.
Secuelas que no ha logrado superar estos días, y que Bohus señala le impiden hacer su vida cotidiana normal. “Me quedo mirando las caras de la gente porque no sé si me va a pasar algo. Es súper raro. Ando como a la defensiva siempre. Y cuando un auto frena cerca mío también, ando todo alerta”, sincera.
“Aunque mi equipo sigue en actividad, yo no. No me siento capacitado. Espero volver dentro de la semana o cuando termine esta inseguridad que siento al salir. Siento una montaña rusa de emociones, hay momentos en que me desahogo, hay otros en que no quiero hablar con nadie y a veces pienso que necesito aislarme”, prosigue Jean, quien compara su padecimiento actual con el de una persona que pierde a un familiar o ser querido.
“Esto es como que se te murió alguien, es como un luto que se siente, es un dolor interno. Ante el mundo siempre voy a estar fuerte, de pie, compuesto, sobre todo ante la gente que quiero porque tampoco quiero ver a los otros mal. Muestro una armadura para afuera, pero por dentro me pasan estas otras cosas en silencio”, relata el estilista, quien incluso dejó de conducir debido al trauma que le provocó el violento asalto.
“Yo ya no estoy manejando, entonces me tienen que llevar de un lado para otro. Y tengo que andar con más fuerza porque solo no estoy saliendo. Agradezco mucho el apoyo de amigos muy leales y también de mi familia. Dentro de esta semana comienzo una terapia, comienzo con psicólogo y psiquiatra. También quiero probar terapias naturales. No sé si quizás me receten terapias químicas, eso lo verá el psiquiatra. Lo único que quiero es que me puedan sacar de esta cárcel mental que siento”, contó.
“Es duro. Y me pasa que uno se cuestiona muchas cosas, como seguir viviendo en el país que uno tanto ama. Yo quiero mucho a Chile, he tratado de hacerlo bien, tengo mi empresa (...) no es justo que pasen estas cosas. No es normal que te acuchillen y te disparen en un supermercado. Independiente de quien se que esté arriba, al mando de nuestro país, se debería velar por la seguridad. No es justo vivir esto”, finalizó.