El mítico ganador del reality de Canal 13, “La Granja”, y finalista de “1810″, Gonzalo Egas, tuvo su regreso a los encierros con el actual programa que está emitiendo la misma señal, “¿Ganar o servir? De vuelta al pasado”. Él busca defender la corona como uno de los participantes más fuertes en la historia de los realities.
Sin embargo, para emprender esta nueva aventura, Egas tuvo que dejar a su pequeño Noah en Chile junto a su madre, Wilma González. Ella habló con Página 7, quien comentó que comenzó a ver el programa para ver al padre de su hijo con quien mantiene una cordial relación, a pesar de haber terminado su relación romántica.
“No estaba consumiendo mucha tele, pero desde que entró sí lo he visto. Me da curiosidad. Está bastante entretenido, la verdad. Mi hijo sobre todo lo quiere ver, pero siempre al otro día, como es tarde. Además, que por Internet es más fácil acceder al contenido”, señaló.
Con respecto a cómo ve a Gonzalo dentro del reality, Wilma declaró que “lo veo bien piolita... está maduro. Sé que lo hace para cuidarse él y a Noah también, creo que va por ahí. Le dije que tenía que estar seguro de cómo es. Lo pasó un poco mal en los primeros (realities) donde estuvo, pero ahora hay una evolución súper grande. Sabía que no iba a tener mucho problema”.
“Fue una decisión en grupo”
De igual forma, el medio citado le consultó sobre cómo fue tomar la decisión de ingresar a “¿Ganar o servir?”. “Fue una decisión en grupo. Altiro le dije que sí, que fuera porque era una buena oportunidad. Obviamente, Noah lo echa mucho de menos, pero ahí se maneja”, comentó.
“Cuando estuve en Estados Unidos estudiando, Gonzalo se quedó con él, fueron un par de meses. Cuando he viajado, siempre ha estado. Ahora me toca a mí y está perfecto. Noah siempre ha sido muy apañador, y cuando hay una oportunidad para el papá o la mamá, es como ‘dale, bacán’”, dijo Wilma González.
Finalmente, fue consultada si es que ella ingresaría al reality, descartó de entrada participar de “¿Ganar o servir?” debido a que sería incómodo estar encerrada con su expareja, especialmente considerando que ahora está casada, a pesar de la buena onda que tiene con Gonzalo.
“Honestamente, si me llamaran, diría que no. Tendría que ser una cifra tan grande de dinero, que es casi imposible. Me tendría que solucionar la vida para decir que sí”, cerró entre risas.