Alto impacto provocó el penúltimo capítulo de “Generación 98″, emitido la noche de este jueves, en particular por la trágica muerte de Tomás “Moco” Rodríguez, uno de los roles más controvertidos de la historia.
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El personaje interpretado por Felipe Rojas cayó abartido de un letal balazo disparado por Vicente, en momentos en que intentaba salvar a Loreto de la embestida de su expareja, una vez que la hubo secuestrado.
Quedando solamente el episodio final de la exitosa teleserie nocturna de Mega, a emitirse el próximo lunes, el actor comentó acerca del triste desenlace de su papel, en conversación con Fotech.
“En el hermoso y complejo camino de defender y luchar por la supervivencia y verdad de un personaje, sería ingrato creer que Tomás debiese morir, así que lo defiendo literalmente hasta la muerte”, sostuvo el intérprete.
Ello pese a que el odontólogo fue uno de los principales responsables del bullying del cual fueron víctimas Hernán Olmedo y Pitu Mardones en el Colegio Saint Williams, que los motivó a elaborar la cruel venganza en contra de sus excompañeros.
Consultado sobre si esperaba el trágico final de su rol, Felipe Rojas sinceró que “en la tarea de darle la mayor vida posible a mis personajes, uno nunca espera que muera, así que la verdad no me lo esperaba. Fue una tremenda sorpresa”.
“Tomás fue aprendiendo y aprender siempre va a ser un crecimiento”
Es más, contó que estaba más habituado a los “finales felices”, pero prefiere los desenlaces más sorpresivos y dramáticos, “así que dejo morir a Tomás con alegría, gratitud y nostalgia”.
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“Tomás estaba encargado de exponer ámbitos y características humanas que muchas veces permanecen ocultas. Y jugar en ese terreno siempre es peligroso, requiere valentía, porque su opinión y sus formas no siempre van a ser las que ‘caen bien’ o las ‘correctas’”, reflexionó el actor acerca de su personaje.
En este sentido, el artista explicó que “Tomás estaba llamado por instinto y defensa a decir las cosas antes de que el ‘filtro social’ elaborara la manera adecuada, con ímpetu y esa costumbre, donde inevitablemente cayó en relaciones erráticas, tóxicas y reiterativas”.
“Pero detrás de eso no deja de existir una verdad y una nobleza con lo que cree justo para la gente que ama”, destacó.
Por sobre la muerte del “Moco”, como parte del desenlace de “Generación 98″, Felipe Rojas rescató que, si bien era un antagonista, “Tomás fue aprendiendo y aprender siempre va a ser un crecimiento positivo”.
De esta forma, valoró los progresos de Tomás, como “ceder ante la rigidez, amar ante la rabia, cuidar ante lo adverso, defender ante las balas”.