El animador Rafael Araneda abrió su corazón en el programa “Desiguales” de Univisión, y habló sobre su hijito Benjamín, un niño de nacionalidad haitiana que adoptó después de hacer una visita a la Fundación Santa Clara en nuestro país.
La primera conexión con Benjita la tuvo la esposa del animador, Marcela Vacarezza, quien se acercó a la cuna del niño de tres meses, y se enamoró inmediatamente. Su hija Florencia la incentivó para que averiguara sobre la situación del menor en la Fundación, de acuerdo a lo relatado en Univisión.
Marcela habló con Rafael, quien fue a visitar al pequeño a la Fundación, y también tuvo un flechazo con Benjamín. “Veo a esta cosa maravillosa con los ojos gigantes, una sonrisa, me tira los brazos, lo abrazo y sentí electricidad”, confesó. Posteriormente, iniciaron el proceso de adopción que duró alrededor de 1 año y 8 meses en concretarse.
“Para mí era fundamental no sólo obtener los cuidados de él, sino que darle una vida digna, igualar sus derechos al de sus hermanos. Hoy día creo que soy un padre tremendamente orgulloso, tremendamente temeroso de equivocarme, aprendo todos los días y me equivoco todos los días”, continuó.
Araneda rescató el comportamiento del resto de sus hijos, quienes recibieron a Benjamín como un nuevo hermanito que llegó a sus vidas. “No solamente han sido grandes hermanos, sino que grandes colaboradores y yo veo cómo aman a su hermano por sobre todas las cosas. Soy un padre tremendamente”, agregó.
Las dudas de su pequeño Benjamín
Su pequeño de 6 años le consulta a su padre por qué es diferente al resto de sus hermanos. “Me dice ‘papá, ¿por qué yo tengo el peló así y Vicente lo tiene naranjo?’ Y yo le digo ‘porque tú eres hermoso’, porque tú eres único’”, contó Rafa en el espacio “Desiguales”.
Araneda contó que esto lo ha hablado con psiquiatras, sobre cómo hacer que Benjamín entienda que es un niño haitiano de raza negra que fue adoptado por una familia de latinos con ascendencia italiana de parte de la madre, por ende el animador no es su padre biológico.
“Tenemos todos los días que hablar de adopción, hablar que él es el elegido para que el día de mañana no sea una palabra extraña, sino que forme parte de su vocabulario, que es único, que es diferente. Que tiene que ser orgullosamente negro, orgullosamente haitiano-chileno. Y que toda esta conversación tiene que llevarse a cabo en el hogar, que nada sorprenda al niño el día de mañana”, cerró.
