A principios de este mes, las redes sociales hicieron viral un particular alojamiento en Santiago, la capital chilena. Se trataba de una carpa ubicada en el interior de una casa en las proximidades del Parque O’Higgins, disponible para arrendar a través de la popular plataforma Airbnb.
La descripción del arriendo ofrecía una experiencia única rodeada de los mejores restaurantes, tiendas y atracciones turísticas de la zona, por un atractivo precio de 14 mil pesos, y los huéspedes cuentan con acceso a baño, agua caliente y estacionamiento.
En una entrevista exclusiva con Las Últimas Noticias, Eduardo Meneses, un venezolano de 30 años y propietario de la carpa, compartió cómo surgió la innovadora idea. “Estaba arrendándole a una pareja de belgas que se iba a Torres del Paine y querían quedarse dos días más”, explicó Meneses. “Como tenía todo ocupado, se me ocurrió ofrecerles una carpa en el living de mi casa. Así comenzó todo”.
Inicialmente, Meneses confesó sentir nervios por esta nueva forma de alojamiento. “Al principio me daba nervios”, admitió. “Incluso coloqué un escritorio cerca para simular que trabajaba, así podía estar pendiente de cuándo llegaban y se iban”. Sin embargo, con el tiempo, se dio cuenta de que la verificación de identidad requerida por la aplicación Airbnb le daba mayor seguridad. “Me di cuenta de que no llegaría cualquier persona. Nadie será tan tonto de entrar a robar a una casa cuando tienen tu tarjeta de crédito”, reflexionó.
“Han venido muchos turistas, coreanos, chinos, gente de Estados Unidos. En general tengo una ocupación del 50% del mes. Está ocupada unos 15 días”, aseguró el hombre, destacando el éxito de su negocio.
El enfoque de este tipo de arrendamiento está dirigido a aquellos turistas que simplemente necesitan un lugar donde pasar la noche, ya que pasan la mayor parte del día explorando la ciudad.
En cuanto a la limpieza, Meneses aseguró que esta se realiza una vez que los inquilinos se van. “En general, los huéspedes se quedan unos cinco días y duermen sobre sábanas y frazadas que se lavan después de su uso”, explicó. “Además, la mayoría de las personas son cuidadosas y respetuosas”.
Finalmente, el hombre aseguró que piensa incluir nuevos servicios en su emprendimiento, como arrendar colchones y carpas a turistas que deseen ir a explorar otros lugares de la capital.
“Me vino la idea de masificar esto. Tengo contactos en un camping en el Cajón del Maipo donde van muchos brasileños y quiero hacer una alianza para tener carpas y colchones para arriendo. El que quiere emprender, puede”, sostuvo.