En una noche cargada de emociones y risas, Luis Alberto Miranda Espinosa, mejor conocido como Lucho Miranda, hizo su entrada triunfal en el escenario de la Quinta Vergara durante la cuarta jornada del Festival de Viña del Mar 2024. Sin duda, el comediante reconocido por su ingenio y su historia inspiradora, cautivó al público con su singular estilo humorístico, pero también tuvo una particular e inesperada ayuda: Manuel Turizo.
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Todo sucedió cuando el comediante inició su rutina y aprovechó de presentarse, ya que sentía que no muchos lo conocían. En ese momento, le preguntó al jurado -en particular a Turizo- si sabían quién era, a lo que el artista colombiano respondió que no.
Por lo mismo, Lucho Miranda empezó a presentarse, pero el público de la Quinta Vergara aprovechó la oportunidad para molestarlos a ambos y empezaron a pedirles a gritos que se dieran un beso. Sin embargo, los dos se intimidaron, aunque rieron, pero ahí se firmó una inesperada alianza que al final ayudó bastante al humorista para darle más frescura a su presentación.
Besitos al aire
Luego vino lo más divertido, porque fue tanto lo que el monstruo de Viña pidió que se concretara el encuentro entre ambos, que Turizo terminó mandandole besitos por el aire mientras las cámaras del Festival lo enfocaban.
La situación causó mas risas y fue aplaudida, tanto así, que al final y luego de que el público le diera su primera Gaviota de Plata a Luis Miranda, Manuel Turizo subió unos minutos después para convertirse en el encargado de entregarle la segunda (la de oro) al triunfador de la cuarta noche de Festival.
Lo más cómico de todo esto, es que cuando finalmente Lucho Miranda llegó a su conferencia de prensa tras bajar de el escenario, una de las primeras preguntas que recibió de los periodistas presentes fue sobre cómo se sintió con esta interacción espontánea con Turizo y él dijo una sola y sincera frase: “No... yo me calenté” lanzó de entrada causando la risa de los presentes.
“Fue muy bakan, fue muy inesperado, no pensé que iba a haber esa interacción, yo esa pregunta de si me conocen siempra la hago y cuando vi que Manuel levantó la mano pensé ‘ah, me va a servir para el chiste’, nunca pensé que tanto, incluso me quitó luces”, agregó bromeando.
“Pero bakan que se haya prestado paa una rutina de humor, que lo haya disfrutado, de verdad que yo lo veía muy risueño y pasándolo bien, asi que fue todo muy orgánico”, finalizó.