¿Alguna vez has sentido una conexión con alguien que conociste en un punto crucial de tu vida pero que no pueden estar junto a pesar de corresponderte? No todas las historias de amor tienen “y vivieron felices para siempre” pero sí que dejan una gran lección de vida por más dolorosa que pueda ser. Así es como Past Lives, cinta que ha sorprendido en la temporada de premios 2024 está haciendo a todos reflexionar respecto a los amor, las casualidades y el destino.
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“Nora y Hae Sung, dos amigos de la infancia profundamente conectados, se separan después de que la familia de Nora emigra de Corea del Sur. Décadas más tarde, se reencuentran durante una fatídica semana mientras enfrentan el destino, el amor y las decisiones que marcan la vida”, reza la sinópsis oficial.
Past Lives se centra en Nora (interpretada por Greta Lee), una dramaturga coreana que emigra dos veces para llegar a Nueva York y se encuentra en la cúspide de una carrera prometedora, con un marido escritor estadounidense, Arthur (John Magaro), con quien compartir sus sueños y una vida aparentemente perfecta. Sin embargo, Nora se la pasa recordando su vida en Seúl y a su amor de la infancia, Hae Sung (Teo Yoo), a quien vuelve a ver de forma inesperada para darse cuenta que esos sentimientos por parte de ambos han permanecido a través del tiempo.
Se trata de una película que nos plantea cómo el destino hace de las suyas y cómo los caminos elegidos y compromisos asumidos, son parte de este. Es una de esas historias en las que seguimos la conexión de dos personas que navegan por las complejidades de la soledad y el autodescubrimiento, después de estar separados durante años. Y es que la vida rara vez se desarrolla de acuerdo con nuestros planes.
Past Lives transmite un mensaje muy poderoso: estamos exactamente donde debemos estar. Cada giro, cada instante de alegría y cada tristeza, han contribuido a convertirnos en las personas que somos hoy. Es un recordatorio de que nuestro viaje, con todos sus altibajos, es esencial para nuestra evolución personal.
In-Yun, la filosofía coreana sobre cómo se forman las relaciones a lo largo de muchas vidas
Así como los japoneses creen en el Akai ito (el famoso hilo rojo del destino), en Corea existe el término In-yun o inyeon para definir la creencia de que la relación entre dos personas en esta vida se deben a interacciones (o cuasi interacciones) en sus vidas pasadas. El concepto sugiere que algunos encuentros no son, como podríamos suponer en un principio, accidentales, sino más bien algo que estaba escrito que sucedería tal como sucedió.
Past Lives explora inyeon a través de la relación entre Nora (o Na-Young como se la conocía en Corea) y Hae-Sung, su amigo de la infancia y su amor platónico. Es ujna historia que va descubriendo los giros y vueltas de la vida, los “qué pasaría si” y las múltiples opciones que llevan a dos personas a preguntarse si estaban destinadas a estar juntas.
El inyeon proviene del budismo y del concepto de reencarnación, tal y como explica el personaje de Nora en la película. Según su personaje, cada encuentro entre personas es ‘in-yun’ pero “se necesitan 8.000 capas de ‘in-yun’” para que dos personas estén juntas en una vida.