El animador de Tu Día, José Luis Repenning, dedicó una emotiva y sugerente carta a su compañera y amiga Priscilla Vargas, en el día de su cumpleaños. Si bien, solo faltaron las palabras que todos esperan, realizó una profunda declaración a la mujer que alegra sus días.
En la misiva, escrita a mano alzada y que leyó en vivo, el periodista le reiteró su promesa de estar juntos después de los 50 años y le contó que se está preparando físicamente para estar a la altura de su belleza.
“Los cincuenta están a la vuelta de la esquina, por lo mismo, no te preocupes, me estoy preparando”, le afirmó, señalando que está cuidando sus modales para ser un caballero y ser un buen partner que la haga reír.
“Sé que parece anticuado, eres inteligente, con opinión, con espíritu libre, pero también sé que mereces cariño, respeto y admiración”, le leía, mientras Vargas lo miraba con cara de cariño y amor sincero.
“Tengo que llegar a la meta de los 50 en buena forma, si no va a ser difícil estar a la altura de tu belleza”, le dijo destacando su “piel el canela, ojos de almendra y pelo salvaje”.
“Yo tomé una decisión hace años. Ser la persona que día a día esté a tu lado para cuidarte y apoyarte en todo momento y ayudarte en todo....para lo que quieras estaré. Gracias por quererme tanto y gracias por apoyarme, por animarme a ser yo mismo, por hacerme mejorar, hacerme mejor persona, motivarme y creer en mi talentos”.
Repenning dedicó emotiva carta a Priscilla Vargas
“No tengo ninguna duda que gracias a ti estoy acá”.
Finalmente, antes de darse un cariño abrazo con lágrimas en sus ojos, Repe le reconoció que cada vez que la ve entrar al estudio, se alegra su corazón y sabe que es un buen día.
“Todos te adoran y admiran, pero nadie más que yo... No necesito que Michelle (Adams) me diga cómo va a estar el día, porque cada mañana a eso de las siete 7:50 cuando entras al estudio tengo clarísimo que para todo el equipo y en especialmente para mí el sol acaba de salir, mi corazón se alegra y por fin comienza un nuevo día cuando te veo. Te adoro”, cerró.
Aunque en sus ojos, tono de voz y manos temblorosas, se leía un claro “te amo”. Pero, claro, eso solo fue la impresión de un ilusionado televidente.