Angélica Castro otorgó una entrevista al periodista Polo Ramírez para Revista Velvet, es la primera tras el ataque armado a su hija Laura en marzo del 2022 y al quiebre matrimonial con Cristián de la Fuente, luego de que se hiciera público el video, en donde el actor aparece besando a una mujer en un restorán en México.
La actriz decidió hablar y según contó fue “porque cumplo 30 años de carrera. Por gratitud hacia lo que pasó con la Laura. Hacia las personas que siempre han estado conmigo. Porque me ha tocado compartir con muchas mujeres que veo que están desde un lugar muy oscuro, muy solas… Pero no están solas. Pueden estar aisladas, pero no solas, y quiero estar con ellas, decirles que sí se puede”.
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La verdad de Angélica por la separación
Angélica además hace un reflexión respecto de cómo su quiebre amoroso ha sido protagonista de la noticia, “a veces me sorprende que la gente se enfoque tanto en un tema (la separación), cuando realmente el quiebre personal fue el asalto”, dice.
Respecto de cómo lidia con esta situación, la comunicadora señaló que “estoy viviendo hacia mi interior y he dejado de escuchar y de contaminarme con lo que opinen o digan afuera”, además agregó que “ha sido un proceso muy complejo, muy difícil (…) lamentablemente es algo que pasa todos los días y lo viven muchas personas. En matrimonios de muchos años es bastante recurrente, no es algo tan extraño”. Resume, “efectivamente estamos separados, no estamos viviendo juntos desde hace más de un año”.
Frente a la pregunta de si cuando Cristián viene a Chile, se queda con ellas en casa, Castro fue enfática, “con todo respeto, lo que yo haga o no, es parte de mi vida privada y no voy a entrar a darle explicaciones a nadie. Por lo demás, Cristián es el papá de Laura y tiene todo mi apoyo para que siempre comparta con nuestra razón de existir: ¡nuestra Laura!”.
En medio de la entrevista a Revista Velvet, Angélica contó que tras el quiebre partió a San Blas, en Panamá, a convivir con los indígenas kuna, en completo aislamiento durante varios días, que alojó en chozas con techos de paja, sin agua potable ni señal de celular. También reveló que estuvo en Vizcaya, España, en un retiro liderado por la yogini chilena Nam-Nidhan. Fueron diez días, con nueve horas por jornada de práctica de yoga. Todo con una clara convicción: “Un maestro no te va a generar un cambio, si no viene desde la experiencia propia”, dijo.
¿Volverán?
De su futuro con su ex marido, comentó: “Estoy sanando (…) No estoy abierta ni cerrada a nada”. Además contó con cierto humor que “en este tiempo dicen que he tenido como 8 pololos… Ni sé con quién se supone que estoy ahora”, aclarando que se entera de estos rumores por sus amigas.
Sin embargo, fue el propio Cristián el que comentó en una entrevista “le hice mucho daño, significó humillación, dolor, daño a mi hija y a la Angélica”. Frente a lo que Angélica dijo “por supuesto. Y qué importante y valioso que lo vea. Porque muchas veces uno hace daño y no lo ve. O lo ves, pero no en su dimensión total”.
En torno a cómo vivió el engaño público, es clara, “¿vergüenza de qué? ¿me voy a esconder de qué? No soy ni la primera ni la última persona a la que le va a pasar algo así. Y la vida sigue. Más que nunca me tengo que cuidar, más que nunca me tengo que levantar. Y no creo que el ser humano haga daño por querer hacerlo. El ser humano se equivoca, pero yo no estoy para enjuiciar ni tirar piedras. ¿Eso disminuye el dolor? ¿Hace que uno diga ‘ya, no pasa nada’ o le bajo el volumen a lo que estoy viviendo? ¡No! Al revés”.