No pasaron ni cinco minutos de su reingreso a Gran Hermano y ya tuvo su primer momento de tensión. Así fue la llegada de Fernando Altamirano al reality, tras la renuncia de la influencer Catalina Salazar, conocida como iCata.
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Sebastián Ramírez fue el encargado de hacerle la vida imposible a Bambino, desde el primer minuto que puso un pie en la casa estudio en Argentina.
Todo partió con una broma que realizó Fernando contra Seba, al preguntar en qué pieza dormía para no estar junto a él porque lo encontraba hediondo.
Esto provocó que Tatán lo reprochara por ingresar “libreteado” y le sacó en cara que gracias a él, tenía “trabajo”.
Fuerte discusión entre Seba y Bambino
La discusión comenzó a subir de tono, generando un momento de alta tensión que motivó a Constanza Capelli a pedirle a Seba que se calmara y dejara tranquilo al recién llegado, haciendo que la producción cortara la transmisión para volver al estudio con Diana Bolocco.
Fue ahí, en ese fuerte cruce de palabras, donde Ramírez gritoneó a Fernando señalándole que lo mirara a los ojos cuando le hablaba.
“No tenís dónde caerte muerto. Te estoy dando pega toda la semana, sino no existirías. Nadie te pesca afuera. Nadie te quiere. Mírame a los ojos cuando te hable”, gritó Sebastián con cara de pocos amigos.
Finalmente, en conversación con la animadora, Ramírez reconoció que se enojó con la actitud “achorada” que entró el “chico” Bambino.