Marcela Vacarezza reconoció este lunes que no se ve “volviendo a Chile a vivir”, luego de haber tomado la decisión familiar de acompañar hace tres años a Miami a su esposo, el animador Rafael Araneda, en el desarrollo de su carrera profesional en la tevé norteamericana.
Fue a mediados de 2020, en pleno inicio de la pandemia de coronavirus, que el clan familiar Araneda-Vacarezza apostó por dejar el país para radicarse en el estado de Florida, precisamente en la localidad de Weston, luego de la oferta laboral que recibió el otrora rostro de CHV y TVN para conducir programas de entretención en la cadena Televisa-Univisión.
El deseo de Marcela Vacarezza
Y ahora que han pasado poco más de tres años de aquella decisión, con Araneda consolidado como figura de la pantalla norteamericana para el mundo latino, y Vacarezza dando sus primeros pasos laborales en Estados Unidos con un emprendimiento de cosmética (tras conseguir el permiso para trabajar legalmente en ese país), la expanelista de programas como “Buenos días a todos” o “SQP” reconoce que pocas ganas le quedan de regresar a Chile.
“Yo estoy súper contenta, han sido tres años que no los cambiaría por nada. Creo que donde estamos (Weston), es un excelente lugar para criar niños. Creo que se les abren a todos muchísimas oportunidades en la vida. Y a Rafael le ha ido increíble. Así que ojalá que esto dure más años”, cuenta la psicóloga en lun.com, quien asegura que salvo las aprehensiones iniciales respecto de cómo se adaptarían sus hijos a este nuevo país, lo demás han sido sólo buenas decisiones.
“La verdad es que no me veo volviendo a Chile a vivir. Vamos dos veces al año porque tenemos familia, amigos. Y somos felices cuando vamos. Pero por el momento te diría que nuestra vida esta acá. Y eso es bueno”, agrega.
Irina Karamanos responde a objeción de Marcela Vacarezza en redes y suma comentarios
Marcela Vacarezza respondió derechamente a mujer que la cuestionó en redes sociales
“Es bueno asumirlo y es bueno tener ganas de querer quedarse, porque si no existiría ahí una espina que te dice que algo no está bien. Entonces es súper bueno poder sentirlo. Quiere decir que no estuvimos equivocados hace tres años cuando lo hicimos y eso es satisfactorio”, puntualiza Marcela.
“Fue una excelente decisión, que partió por una oferta de trabajo para Rafael. Los que hemos trabajado en tevé sabemos lo volátil que es esa industria y después que le fue bien, decidimos venirnos. No fue venir a probar cualquier cosa, nos vinimos con buena base. Lo más complicado de eso para mí no fue el trabajo de Rafael. Sabía que le iba a ir bien y así fue, sino que era con los niños”, finalizó.