Aparte de un estrecho vínculo con Chile, la honestidad y atrevimiento definen a Emma Thompson en su postura más allá del cine, donde conquistó todos los honores y el reconocimiento transversal de la industria como actriz y guionista. Tiempo después de cosechar dos Oscar –Mejor Actriz por Howard Ends en 1993 y Guionista de Sensatez y Sentimientos en 1995- , la estrella de 65 años abrió una ventana hacia el mundo íntimo que involucra la obtención de esos ambicionados premios.
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“Las dos veces enfermé gravemente”, confesó en una entrevista, desnudando la presión tóxica que sufren los aspirantes a esa distinción tan preciada. “Las dos veces que tuve que participar en los Oscar enfermé, tanto antes como durante la campaña. La presión y el deslumbramiento de todo eso fue demasiado para mí. Es algo asombroso”, reconoció. “En ese momento sólo quieres acostarte en una habitación oscura. ‘Piensas: por favor, no me hagas más preguntas ni me obligues a hablar sobre mí misma’. Es horrible. No tardé en desarrollar una especie de alergia a todo eso, aunque sea parte de mi trabajo”, agregó.
Joan y sus hijas en la huella de Víctor
“Si quieres ser reconocido, imagino que puedes lidiar con ello y no es tan intrusivo. Pero no es lo que yo quería”, sostiene Ema, quien estelarizó incontables películas exitosas e –incluso- intervino como guionista en un proyecto sobre la vida de Víctor Jara basado en el libro “Un canto truncado”.
Y en rigor, esa experiencia la marcó: “La primera vez que fui a Chile para conocer a Joan y sus hijas fue en 1997, y estaba aterrorizada. Pensaba, ¿cómo puedo escribir algo como esto? Había estudiado español para hablar el idioma, pero a medida que avanzaba con las entrevistas sentía una responsabilidad que no podía soportar. Quizás era el momento equivocado. Ya no sé ni dónde está ese guión, quizás en alguna caja en casa”, reveló.
La estrella vino de nuevo al año siguiente: “Mi idea era contar la historia de Víctor a través de su viaje desde la pobreza del campo hasta su vida en Santiago y, mientras recorría lugares como Iquique o Antofagasta, sentía más fuerte el drama de los desaparecidos tras el Golpe. Allí sentí que todavía estaba presente el miedo, el país todavía dividido y las heridas muy crudas. Visité familiares de sindicalistas torturados y asesinados y todo me golpeó fuerte. Al fin pensé que debía ser un chileno el que contara esa historia. Una de las cosas que Jara dijo en una carta a Joan cuando visitó Londres fue que no veía la hora de regresar a Chile, donde al menos ‘el pan es pan’. Y ése es el valor que una película sobre él debe tener. Que el pan sea pan. Lo cuento y me vuelven las ganas de filmarla, pero hay muchos cineastas en Chile que lo harán muy bien”, confidenció Emma, cautivada por la imagen del entrañable artista popular...
- En 2020 el músico galés James Dean Bradfield lanzó 3 capítulos del podcast “Inspired by Jara”, dedicados a Víctor Jara, donde participó Emma Thompson.