Polimá Westcoast regresó a Chile luego de una exitosa gira de seis meses que lo llevó junto a su equipo a presentar su show a países como España, México, Canadá, Italia, y Estados Unidos.
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Todos ellos, a cuatro días de haberse presentando, en febrero de este año, en el escenario del Festival de Viña del Mar. Un hito que le abrió aún más las puertas a la internacionalización de su carrera musical.
Pero que esta semana tuvo un pequeño break, luego que artista decidiera retornar al país para festejar su cumpleaños número 26 junto a su familia, y como él mismo reconoce en conversación con lun.com, para volver a “comer porotos, garbanzos, lentejas, arroz”.
El reencuentro de Polimá Westcoast
“Estoy todo el rato moviéndome por aquí y por allá. Pero me vine feliz a Chile”, cuenta el artista urbano, quien rescata de la gira el poder masificar su arte en mercados, como el español, donde estuvo tres meses realizando presentaciones, donde quedó impresionado del recibimiento de la gente.
“Estuve en festivales con 10 mil a 15 mil personas y jamás pensé que esa cantidad de gente me esperaría a mí. Es la tercera vez que voy en el verano europeo y ahora era mucha gente esperándonos con banderas chilenas y carteles. Afuera hay mucho amor por nosotros”, afirmó.
“Se duerme menos, siempre estamos moviéndonos cargados de maletas y por ejemplo, en España me tocaron tres shows en un día y me ha pasado tener que tomar cuatro aviones en un solo día. Pero yo me tomo todo esto con mucho optimismo porque sé que son oportunidades que antes no tenía y por eso las valoro, aprecio, y lo hago con mucho entusiasmo. Claramente a veces me agoto, pero siempre trato de estar positivo. Mi círculo es sanito, tengo gente que me quiere mucho, que da su vida por el proyecto entonces estoy feliz, en buenas manos, y yo también lidero bien”, recuerda Polimá, quien en su paso por Miami, Estados Unidos, decidió llevarse a todo su clan familiar.
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“Fue todo un mes y me llevé a mi abuela, mi mamá, mis hermanos y mi papá porque tenía muchas cosas que hacer allá y ellos se quedaron conmigo. Este fue su primer viaje fuera del país, por primera vez tomaron un avión y esas son cosas valiosas. Ahí entendí que yo he estado por el mundo y si bien eso vale mucho, no vale tanto si mi familia no puede verlo ni vivirlo. Quizás yo pienso así porque soy muy aferrado a ellos pero fue lindo que conocieran Miami. Mi abuelita tiene 80 años y todo la sorprendía. Es lindo que estén gozando de los privilegios que me da Dios por la música”, relató el cantante, quien valora el hecho de estar nuevamente en el país.
“De regreso en casa me siento contento. Ya quería comer porotos, garbanzos, lentejas, arroz, uf, y extrañaba a mi familia”, aseguró.
“Hay que valorar mucho el tiempo y cómo lo distribuimos. Yo me fui seis meses, me perdí el crecimiento de mis hermanos chicos, hasta de las mascotas, entonces hay que valorar mucho el tiempo de calidad con la familia. Hay que hablar, no usar el teléfono y mirarse a los ojos. Y el que obra bien, le va bien. Ese es mi aprendizaje durante este viaje después del Festival de Viña”, puntualizó.
“Me mantengo firme a mis valores, viviendo con mis hermanos y con la gente que ha estado apoyándome siempre. No me asustan estos procesos porque estoy listo para cruzar el charco. Mi comunidad, mi gente afro, no tuvo la oportunidad de hacer esto, entonces yo voy y lo hago”, finalizó.