José Miguel Viñuela y Jordi Castell fueron los dos invitados a “El Purgatorio”. Bajo la premisa de que ambas celebridades acaban de fallecer y se encuentran en un lugar entre el cielo y el infierno, el programa se propuso, como en todos sus capítulos, terminar enviando sólo a uno de ellos al paraíso.
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El primer titular de “El muro de los lamentos” fue para José Miguel, acerca del polémico corte de pelo que opacó su carrera televisiva hace tres años, y que lo hizo objeto de una demanda por 100 millones de pesos. Al respecto, el ex animador de “Mucho Gusto” y “Mekano” dijo que fue por no adecuarse a los tiempos. “Para la gente que me conoce, vengo de una TV muy distinta a la de hoy. Lo que antes era divertido ya no lo es”, sostuvo el actual animador de “Tal cual”, agregando que además su personalidad hiperactiva le jugó en contra: “El que la cag... fui yo. La ansiedad que tengo, ser hiperventilado, me ha traído buenos y malos momentos en la TV”.
¿Una encerrona?
Por su parte, Jordi dio también su particular opinión sobre el caso Viñuela. “Lo que te pasó fue una encerrona. No subestimemos a la gente que está en el switch, siempre hay alguien que te frene. A lo mejor se querían deshacer de ti en el matinal y no te diste cuenta”, opinó el fotógrafo.
Viñuela insistió en que los duros momentos que pasó en los meses posteriores al incidente lo impulsaron a desistir de seguir defendiéndose judicialmente, y a optar por pagar los 17 millones de pesos que fue condenado a pagar al final del proceso.
“Pasé por momentos difíciles, me amenazaron de muerte, mi mujer estaba esperando guagua. Yo no estaba dispuesto a seguir desgastándome. Tengo un hijo de ocho años, otro de seis, se dan cuenta de lo que pasa. Tengo que entender que las consecuencias de mis actos rebotan”, sentenció.