Julio César Rodríguez reveló en el programa “Podemos hablar”, de Chilevisión, el vergonzoso momento que enfrentó durante una entrevista con el cineasta Raúl Ruiz y el escritor Poli Délano por culpa del alcohol.
Fue luego de la pregunta del animador del programa, Jean Philippe Cretton, por saber cuál de los cuatro invitados había sufrido un percance con el trago que el rostro del canal privado recordó el episodio que le tocó padecer cuando trabajaba en La Nación Domingo, y debió entrevistar a los artistas nacionales.
El lapsus de Julio César Rodríguez
“De usted no me lo esperaba”, señaló Jean Philippe, al paso que Checho Hirane, otro de los invitados al estelar (donde también estuvieron la actriz Loreto Aravena y Connie Achurra), le insistía a JC que “jamás lo hubiera pensado”, que el animador reconoció haber fracasado en su labor periodística por culpa de su embriaguez.
“Fíjate que voy un día a entrevistar, yo por razones que a lo mejor en la entrevista, al principio (...) bueno, yo nunca tomé, yo vine a tomar de viejo”, inició el periodista.
“De hecho, vine a tomar porque ‘La Nación Domingo’, cuando era director, editor, me decían: ‘No podís tomar bebidas si estás en estos almuerzos, aprende a tomar’, y me regalaron unos cursos para aprender a tomar vino, y todo. Y estaba haciendo una entrevista a Raúl Ruiz, el cineasta; y llegó Poli Délano, el escritor”, contó.
“En la calle Miraflores, entre Compañía y Monjitas, había una cuestión chilota-peruana, en el segundo piso, centro cultural chilote y peruano, que iban ahí. Parece que a Raúl Ruiz le encantaba ir ahí, porque tenía sus raíces en Chiloé, parece”, prosiguió.
“La cosa es que yo los fui a entrevistar y los viejos empezaron a hablar, y tomaban, y yo, Coca Light, firme. Y hablaba y hablaba. Cuento corto, Raúl Ruiz me dijo lo que me tenía que decir, todo. Me dijo ‘no, ya estoy maomeno (sic)’, pum, en un segundo piso”, continuó el rostro de CHV, quien a esas alturas, y sin dudarlo, aceptó la posterior invitación de Délano.
“Poli Délano me dice: ‘Vamos a tomarnos el último, aquí, en el centro cultural mexicano, algo así, que quedaba como al lado de Suecia. No sé cómo se llama esa calle, Santa Magdalena, General Holley, por esas calles era”, indicó Rodríguez, quien asumió que esa decisión no fue la más acertada debido a su escasa cultura alcohólica.
“Era una cuestión mexicana. Y como yo no tomaba, no tenía resistencia a todo, él me dice: ‘Tómate un trago dulce conmigo’, y me tira un margarita, como rojo, pero con tequila. Era tan dulce, tan rico, y yo haciéndole la entrevista. ‘Don Poli, la cuestión’, y me tomo la cuestión, no sabía ni tomar porque la agarré con las dos manos, y me tomo el primero súper trápido. ‘¡Tomémosno otro!’, y yo estaba en la entrevista, y como en la segunda se empieza a mover todo. Imagínate, tenís (sic) 30 años, y nunca te has curado heavy, nunca había tomado tequila en mi vida, y empiezo así, con mi cabeza moviéndose. ‘Estoy en Santiago, estoy con Poli Délano, estamos en el centro cultural’. ¿Dónde vivo? ¿Dónde estoy viviendo? ¿Ando con plata? Sí. Y ahí lo empiezo a mirar, y me empiezo como a desmayar, como que se me empieza a apagar la tele. Es una cosa tan desesperante, porque era mi lucha contra el copete. Y me dije ‘ya, voy a tomar agua’, pero después, inconsciente, seguí tomando, y el señor Poli Délano, que en paz descanse, me mira y me dice: ‘¿Tú estás bien?’. Le digo: ‘La verdad, don Poli, nunca me ha pasado esto, le debo haber dado un jugo, le digo ‘perdón por la entrevista”, reconoció el periodista, quien cerró su relato confesando que fue tan deplorable su estado, que el propio escritor decidió pagarle un taxi para mandarlo a su casa.