El actor y comediante Patricio Torres será uno de los cuatro rostros invitados al programa “La divina comida”, de Chilevisión, donde este sábado entregará detalles desconocidos de la traumática experiencia que vivió durante el Golpe Militar, cuando debió mantenerse oculto por una semana por miedo a ser “ejecutado”.
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El relato de Torres llegará en el transcurso de la noche donde será el anfitrión de la cena a los demás invitados al programa; Priscilla Vargas, Michelle Adam y Enzo Ferrada, a quienes les contará de sus inicios en el mundo actoral.
La revelación de Torres en el Golpe Militar
“Me tocó postular a la universidad y descubrí que existía una carrera que se llamaba ‘Actuación y Dirección de Teatro’. Llego a Santiago, di mi examen y me fue espectacular”, recordará el comediante.
“Quedé entre los 20 primeros y entonces le dije a mi papá que quedé en esta carrera; entonces él me dijo que no tenía plata para eso. Me conseguí todo por mi cuenta”, relatará el actor, según pudo averiguar Publimetro.cl.
“¿En algún momento tuviste una conversación con tu papá de esto?”, le preguntará Priscilla, quien dará inicio a emotivo recuerdo por parte de Torres.
“Pasaron cosas muy lindas con él producto de esto. La escuela de teatro se distinguía por ser extremadamente de izquierda, yo fui del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), y el día del Golpe (Militar, de 1973) todos estábamos ahí y todos arrancamos. De hecho, estuve una semana perdido porque si nos pillaban íbamos a ser ejecutados”, reconoció el actor, quien dejará sorprendidos a sus invitadas.
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Como el caso de Michelle Adam, quien le consultará por el destino de sus compañeros en esos aciagos días: “¿Tuviste a compañeros que no tuvieron la misma suerte que tú?”.
“Muchos amigos desaparecidos y muertos, es muy triste”, aclarará Torres.
“El mismo día que mi papá me fue a buscar (después de la semana oculto de los militares), también lo hizo mi mamá. Ella me encontró en la casa de una tía. Luego, cuando estábamos a punto de abordar el bus, veo a lo lejos a mi papá. Fue emocionante, nos abrazamos y no dijimos nada”, prosiguió.
“Cuando llegamos a Curicó nos revisaron los militares, no encontraron nada y pasamos. Cuando estábamos en casa y sacudí el bolso cayó un brazalete del FER. Si me pillaban eso, la historia hubiese sido otra”, concluyó.