Constanza Capelli y Sebastián Ramírez quieren solamente dar rienda suelta a sus pasiones, pero no lo logran por la vigilancia del Gran Hermano y también de la presencia de los otros participantes.
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Primero comenzaron a besarse apasionadamente en el sofá -donde había otros compañeros- planificando cómo podrían tener sexo... en el baño, en el sauna...”vamos al baño”, le dije Sebastián a Coni.
“¿A tirar?”, le pregunta Capelli a su conquista, sí le dice Sebastián. “Qué locura, estoy desesperada”, responde Coni.
Luego el Gran Hermano les pide por favor dar el consentimiento cuando se van al dormitorio, a lo que Sebastián dice que lo agarren para el “hueveo”. Sin embargo, se dan por vencidos luego de que las pidan dar el sí con las manos; luego que se pongan el micrófono y que no pueden taparse las cabezas con la ropa de cama.
Finalmente ante el “paqueo”, deciden terminar con su periplo del amor.