Salma Hayek ha logrado convertirse en una de las actrices mexicanas más famosas en todo el mundo gracias al gran talento que ha demostrado en más de tres décadas de exitosa trayectoria artística.
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No obstante, el corazón de la estrella de Eternals no siempre apuntó a la actuación. Durante su niñez, la histrionisa en realidad soñaba con triunfar en un mundo totalmente alejado de Hollywood.
De hecho, su vida estuvo muy cerca de tomar ese rumbo tan lejano de los sets de grabación y las alfombras rojas, pero sus anhelos se frustraron temprano por la oposición de su padre, Sami Hayek.
¿Cuál fue el primer sueño de Salma Hayek?
Durante una entrevista con la revista OK! hace algunos años atrás, la estrella nominada al Oscar reveló que ella estaba determinada a convertirse en una gimnasta profesional durante su niñez.
La famosa practicó el deporte durante esta etapa de su vida y se destacaba con su desempeño, por lo que recibió la oportunidad de tener un entrenamiento especial con miras a los Juegos Olímpicos.
“Cuando era muy pequeña, me seleccionaron para las Olimpiadas en gimnasia. Mi padre se opuso a que fuera a un internado en otra ciudad con apenas nueve años, donde debía entrenar seis horas al día”, contó a la publicación.
Salma confesó que la negativa de su padre a apoyarla para construirse una carrera como atleta no solo destruyó sus sueños deportivos, sino que también la “atormentó durante muchos años”.
“Estaba molesta con mi padre”, reconoció, pero luego su progenitor le confesó sus razones para impedir que continuara adelante con su deseo de ser gimnasta y ella eventualmente se lo agradeció.
“Él me dijo: ‘No quería que no pudieras disfrutar de tu infancia’. Hoy, me alegro de no haber tomado ese camino porque me gusta mucho mi vida”, aseguró el icono hollywoodense.
Y es que, como sabemos, la artista encontró otra gran pasión en la actuación luego de que su papá sesgara su camino en la gimnasia y comenzó a luchar por ese anhelo que solo le trajo alegrías.
Hoy, Salma Hayek tiene 56 años y goza de un gran reconocimiento por su trabajo como actriz y productora en películas como Frida (2002), el proyecto que le valió su primera nominación al Oscar.
También tiene una hermosa familia compuesta por su esposo, el empresario francés François-Henri Pinault, y su única hija en común, Valentina Paloma, quien quiere seguir sus pasos en el medio.
“Creo que todos los caminos que tomé me llevaron a descubrir el mayor amor de mi vida, y el mayor amor de mi vida me trajo los otros grandes amores de mi vida: mi hija y mis hijastros. Así que, en mi caso, tuve mucha, mucha, mucha suerte de no tomar otros caminos”, concluyó.