La periodista de Canal 13, Mónica Pérez, fue una de las invitadas de anoche en el programa “Podemos hablar”, donde recordó entre lágrimas el momento más duro de su vida, cuando no pudo llegar a término con el inviable embarazo de su hijo, a quien finalmente no pudo darle sepultura.
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Fue durante la íntima conversación que tuvo en solitario con Monserrat Álvarez (los demás invitados al estelar de CHV fueron la diputada Érika Olivera, el animador Eduardo de la Iglesia, y el comentarista deportivo Rodrigo Goldberg), donde la figura de la señal de Luksic recordó el traumático evento que le dejó una “gran pena” debido a las condiciones en que se produjo, con su bebé fallecido y sin poder verlo.
El triste recuerdo de Mónica Pérez
“¿Me vas a hacer llorar?”, inició la periodista luego de ver a su colega explicándole que esa era una pregunta que debía hacerle. La de su irremediable pérdida, por la inviabilidad de su embarazo.
“A los tres meses te hacen esa famosa ecografía para ver si tu hijo viene con algún problema, me dijeron que estaba perfecto. Nos fuimos de vacaciones con mi marido de esa época, y cuando volvimos a control, mi doctor me dice que esto venía mal”, relató Pérez, a esas alturas ya emocionada de recordar uno de los episodios más tristes que ha padecido.
“Mi hijo venía con un tremendo síndrome, no iba a nacer. Ni siquiera iba a llegar a los nueve meses de gestación, y en ese minuto tenía tres”, prosiguió la comunicadora.
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El golpe para Pérez llegó una vez que su doctor le confirmó la inviabilidad de su gestación y las condiciones en que sucedería. “Nos dijo que no se sabía cuándo iba a morir dentro de mí. En Chile, en esa época, no existía el aborto terapéutico”, señaló la periodista, quien en ese instante decidió viajar junto a su marido (el también periodista, Francisco Sagredo) a Estados Unidos para realizar el aborto. Algo que finalmente no sucedió porque antes de partir visitaron la clínica y les confirmaron que su hijo ya había muerto.
“Falleció y tuve que darlo a la luz, tenía cinco meses. No lo pude ver (...) ha pasado tanto tiempo, que uno cree que se pasa, pero no se pasa (el dolor y tristeza)”, confesó, entre lágrimas, la periodista, quien reconoció que hasta el día de hoy se lamenta de no haber podido darle sepultura a su hijo.
“El doctor no quiso que viera a mi hijo en ese estado, me hizo dormir después de que lo tuve. No lo pude enterrar, entonces creo que es súper importante darles a los papás la oportunidad de hacerlo”, concluyó.