Kimmikka es una streamer venezolana, residente de Perú, que se convirtió en viral a mediados del año pasado, al ser suspendida en Twitch por tener relaciones sexuales durante una transmisión.
La joven, quien aseguró que se encontraba borracha en ese momento, violó las reglas de la plataforma de transmisión streaming y fue expulsada por una semana.
Lo que no iba a imaginar la joven es que después de ese evento sus números en redes sociales se iban a incrementar de manera muy notoria, permitiéndole monetizar por otras plataformas.
Tras el incidente, la joven streamer pasó de tener 230 seguidores a 29 mil usuarios dentro de Twitch.
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Monetización de la polémica con OnlyFans
De igual manera, la joven aprovechó su momento de fama para abrir una cuenta en la plataforma para adultos, OnlyFans, y monetizar su polémica con contenido explícito.
En redes sociales, Kimmikka también creció, al acumular 134 mil seguidores en TikTok, 22 mil usuarios en Twitter y 28 mil followers en Instagram.
Con respecto a su continuidad en Twitch, la joven estableció un horario de transmisión únicamente para los días sábados desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche.
“A mí nunca me han gustado las redes sociales, incluso mis seguidores se quejan de que me desaparezco por un tiempo en Twitter, Instagram, incluso hasta en Twitch dejo de transmitir por un tiempo y bueno (...) debería ser más responsable”, dijo en un podcast donde fue invitada.
En las reglas de Twitch queda estrictamente prohibido cualquier conducta sugerente a actos sexuales. “Crear, cargar, transmitir, distribuir ni almacenar ningún contenido que sea inexacto, ilegal, infractor, difamatorio, obsceno, pornográfico, invasivo de la privacidad o de derechos de publicidad, acosador, amenazante, abusivo, provocador o de algún modo objetable”, se lee dentro de las Políticas y Directrices de la plataforma.