Una serie de teorías generó la escena del recuerdo de Mario y Trinidad en “Juego de Ilusiones”, sembrando la sospecha de que en aquella relación hubo más que sólo cariño de amigos, según recoge Página 7.
Las imágenes rememorativas surgieron cuando el sastre le solicitó ayuda a Mariana para comprarle un anillo de bodas a Irene, a sólo un día de contraer matrimonio.
No obstante, la madre de las hermanas Mardones le señaló que tenía una mejor ocurrencia y lo invitó al dormitorio que era de su difunto padre.
En el lugar, le enseñó que aún conservaba en su caja fuerte las joyas que usaba Trinidad, su madre, y le expresó que Irene merecía tener una de ellas en su día especial.
A continuación, Mariana le indicó un anillo en particular, el cual era el predilecto de su mamá. “Ella decía que era el que más la representaba”, le confidenció.
Mario y Trinidad, ¿más que amigos?
Entonces, Mario tomó entre sus dedos la joya. Las imágenes del recuerdo revelan que fue él quien se la obsequió, pidiéndole incluso disculpas a la madre de Mariana por un regalo tan humilde comparado con el lujo que solía obsequiarle su marido, Nadir. “Perdona lo poco”, le advierte.
“Es precioso… (Los anillos) no se comparan a éste. Para mí este anillo vale más que todo lo que me ha regalado Nadir, porque me lo regalaste tú”, le expresa Trinidad.
Luego del recuerdo, el sastre opta por no aceptar la oferta de Mariana y se limita a pedirle ayuda para comprar una nueva joya para Irene.
Tras estas escenas, de inmediato en redes sociales comenzaron a especular que entre Mario y la esposa de Nadir hubo más que amistad, pues también hay que considerar que en un recuerdo anterior ella le reprocha al abuelo de Emmanuel que fue él quien la dejó en manos del hombre con quien finalmente se casó.