El padre del tenista Nicolás Massú, Manuel Massú, contrajo matrimonio por el civil con Jimena Fredes tras 15 años de relación. La pareja se habría conocido cuando él tenía 61 y la educadora de párvulos 33, desde entonces han sido inseparables.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo a principios de abril, en donde la pareja se juró amor eterno frente a sus cercanos y familiares, entre ellos Nicolás Massú, Jorge y Stefano.
“En agosto cumplimos 15 años juntos, y quisimos dar un paso más allá con la relación. Fue una idea que veníamos conversando y fue tomando forma. No fue de un día para otro”, contó Manuel en una conversación con Las Últimas Noticias.
Asimismo, revelaron que la propuesta fue durante un viaje a Mendoza, en donde estaban celebrando su aniversario.
“Manuel me miró y me dijo ‘¡nos casamos!’. Yo le pregunté ‘¿estás seguro?’. Él me respondió ‘absolutamente’”, recordó Jimena.
¿Cómo nació la historia de amor?
El romance comenzó justo después de que el Manuel se separara de Sonia Fried, la madre de sus tres retoños. Aunque la pareja siempre intentó mantener su relación bajo perfil, no dudaron en compartir algunas imágenes de este especial momento.
“A Manolo yo lo veo y no representa la edad que tiene. Gracias a su forma de ser, tiene más energía que yo, y no se nota”, dijo Fredes sobre la amplia diferencia, puesto que ella tiene 47 y él 75 años.
En la misma línea, Jimena agregó que Manuel “tiene ganas de hacer cosas, de salir, de pasear, y cuesta seguirle el ritmo. Nuestra vida no ha cambiado porque hace mucho tiempo que vivimos juntos. Tenemos muchísimos panoramas”.
La luna de miel
Eso sí, la ceremonia religiosa no es lo único que importa, puesto que pareja sigue celebrando su amor en su luna de miel en Buenos Aires, lugar donde quieren asistir a shows de tango, pasear y visitar varios restaurantes.
“Con Manuel vivimos el eterno pololeo y espero que siga así. Él siempre me dice que le caí del cielo”, señaló entre risas Jimena.
Por su parte, Massú enfatizó en que “la vida me cambió con ella. La verdad de las cosas, creo que es lo mejor que me ha pasado y me cayó del cielo. Estoy muy pero muy feliz”.
“Además, tuvimos un muy lindo matrimonio. Un amigo cerró su restaurante (Casa Reñaca) y hasta tuve que parar el cóctel porque, si no, no íbamos a almorzar de lo abundante que estaba”, reconoció el hombre de negocios.
“Lo pasamos súper bien. Teníamos muy buena música y hasta vino mi hermano de Ecuador con su señora”, recordó.