Con una publicación en Instagram, donde se dejó ver junto a las Gaviotas de plata y oro que ganó tras su presentación en la Quinta Vergara, Paloma Mami festejó su exitoso paso por el Festival de Viña, donde aparte de ser ovacionada por el público que la acompañó en el cierre de la jornada, tuvo la compañía de su padre, quien se emocionó hasta las “lágrimas” al ver triunfar a su hija en el mayor evento musical del país.
Y es que luego de cinco años sin visitar Chile, Jorge Luis Castillo, el progenitor de la cantante nacional, no lo dudó mucho para dejar su residencia en Nueva York, donde ejerce su profesión de arquitecto, para venirse a Viña del Mar a apoyar a su hija que debutaba en el mayor escenario de la música chilena.
Emoción por Paloma Mami
“Soñando despierta. GRACIAS VIÑA”, publicó la estrella internacional en sus redes sociales, un posteo que dejó en evidencia su satisfacción ante el gran paso que dio en la Quinta Vergara, un hito que fue compartido a la distancia por Jorge Luis.
“No he perdido la capacidad de asombro con ella. Hace poco (diciembre) volvió a salir en (las pantallas) de Times Square cuando lanzó la canción ‘Síntomas de soltera’, y ahí estábamos esperando el anuncio con la Sofía (Castillo, hermana y manager de la cantante), que por esos días se estaba quedando conmigo. Nunca he perdido la emoción de ir a verla donde salga”, reconoce en lun.com Jorge Luis, quien asegura haber sido “un revoltijo de nervios” el ver a su hija en Viña.
“Salió todo bien. Tuvo ese problema con el sonido, paró el show (para que le ajustaran su retorno en los audífonos) y eso estuvo muy bien, y se arregló todo. La vi nerviosa en ese momento, sentí que no estaba disfrutando, pero después se relajó”, reconoce Castillo, quien se declara un fan más de Paloma Mami.
“Yo la he seguido como un ‘groupie’, la he visto en México y Estados Unidos, y para este show la vi más nerviosa, tenía la presión de cerrar una noche de Viña y ser la segunda cantante en presentarse”, prosiguió el más que orgulloso padre de la artista, cuyo momento de mayor emoción reconoció haberlo vivido cuando su hija recibió los trofeos.
“Se me caían las lágrimas, y a ella también. Estaba muy impresionado, imagínate. Esperaba al menos que le dieran una Gaviota por todo lo que había trabajado, pero el público cantó y bailó todas las canciones, era un ambiente increíble”, afirmó.
