A pesar de siglos de estudios para comprender con exactitud el cerebro humano, todavía en el siglo XXI para muchos sigue siendo un gran misterio al tratarse del órgano más difícil de entender por su amplitud de características. Sin embargo, gracias a los adelantos tecnológicos de nuestra era, se han efectuado importantes hallazgos de gran utilidad para el mundo de la neurociencia.
Entre lo más resaltante además del funcionamiento, es entender la protección para mantener al cerebro totalmente resguardado. Por ello la gran importancia de una reciente investigación desarrollada en conjunto por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y de la Universidad de Rochester (Nueva York, Estados Unidos), quienes identificaron una capa de tejido que ayuda a proteger nuestra materia gris y blanca, una que no se distinguió nunca antes.
Hallazgo
Kjeld Møllgård, biólogo molecular de la universidad danesa y sus colegas denominaron al hallazgo como la membrana subaracnoidea similar a LYmphatic (SLYM). Con solo unas pocas células de espesor, parece desempeñar un papel en la mediación del intercambio de sustancias pequeñas y disueltas entre compartimentos en el cerebro.
El SLYM se encuentra entre otras dos membranas que protegen el cerebro y divide el espacio de fluido cerebral en dos, lo que eleva el número total de membranas conocidas que envuelven nuestro cerebro a cuatro.
Maiken Nedergaard neurocientífico de la casa de estudio estadounidense involucrada en el estudio, indicó que “el descubrimiento de una nueva estructura anatómica que segrega y ayuda a controlar el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR) en y alrededor del cerebro ahora nos proporciona una apreciación mucho mayor del papel sofisticado que desempeña el LCR no solo en el transporte y la eliminación de desechos del cerebro, sino también en el apoyo a sus defensas inmunes. SLYM puede, al igual que otras membranas mesoteliales, reducir la fricción entre el cerebro y el cráneo durante tales movimientos”.