Un inesperado encuentro tuvo Karen Doggenweiler durante un despacho en directo este miércoles 21 de diciembre, junto a Simón Oliveros, para el matinal de Mega Mucho Gusto desde La Vega Central, con motivo de las compras para las fiestas de fin de año, según informó La Cuarta.
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Durante el recorrido, el periodista dejó de ver a su compañera televisiva, que estaba fuera de cámara. En un momento, Oliveros escuchó a la animadora gritarle a la distancia, entre la gente: “¡Estoy aquí!”.
Cuando la cámara llegó a enfocar a la ex- rostro de TVN, Karen anunció: “¡Miren con quién me encontré, con un histórico!”, aclaró por su salida de cuadro televisivo.
La persona en cuestión era el periodista Germán Valenzuela, emblemático notero en los 90 del Buenos Días a Todos de Televisión Nacional de Chile (TVN), que en estos tiempos se encuentra distanciado de las antiguas labores desde que se radicó en el sur de Chile, específicamente en Cochamó, Región de Los Lagos.
Ante la consulta de Karen sobre qué se encontraba haciendo en Santiago, el ex notero respondió: “Aquí, comprando”, mientras sostenía en sus manos un carrito. “Ando lleno de compras”, recalcó. La actual animadora de Mega se mostró muy contenta de ver a su ex compañero de matinal. “Estás más joven, lindo, hermoso”, luego de expresarle que le parecía de maravilla que se hubiera ido a vivir al sur del país, lo cual, aseguró, le habría cambiado la vida.
Nostálgico momento
En una primera impresión, Germán se mostró apresurado de seguir con sus compras, ante lo que la periodista y su colega del Mucho Gusto reaccionaron, instándolo a compartir con los televidentes unos momentos más. Le consultaron su impresión sobre los precios de frutas y verduras en La Vega.
El histórico periodista de Buenos Días a Todos recogió el guante y, en modo juguetón, asumió el estilo de notero y dijo a la cámara: “¡¿Qué tal? ¡¿Cómo están?! ¡Bienvenidos! Aquí vamos a revisar los precios, que están espectaculares; las frutillas, ¿sabí lo que está barato? La guinda”.
A continuación Germán se excusó asegurando que debía irse, no sin dejar de revelar que en el sur de Chile está muy bien, que la vida allá es otra cosa.
