La presencia y llegada de la tan esperada Navidad se presenta gracias a las decoraciones, gastronomías especiales y los colores particulares como el rojo, verde y dorado. En casi todas las culturas del mundo, es un hecho que en el mes de diciembre se hace protagonista dichas características y tonos.
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Colores que traen abundancia y renuevan energía
El trío de colores predominantes en Navidad tiene una explicación de su presencia, aunque muchos desconocen el por qué. Por ejemplo, el verde representa la madera y el rojo se relaciona con el fuego, no obstante, es necesario otros elementos para equilibrar la energía y es ahí donde hace acto de presencia el dorado en candelabros del mismo color o centros de mesa con hojas doradas. De esta forma, se estará consiguiendo armonía con el metal, que activa la energía de la prosperidad y aporta luz.
Ángel García, de la Escuela Europea de Feng Shui, indica entre sus recomendaciones que “la propuesta es pensar en el espacio y dotarlo de una nueva vida durante unos cuantos días siguiendo las tradiciones locales. Ya estamos en medio de las fechas más agitadas y emocionales del año, y como tal, debemos cuidar bien de la estabilidad energética de nuestro hogar y de nosotros mismos. A lo largo de estos días, la casa debe permanecer en balance y en completa armonía”.
Atraer la prosperidad en el inicio de un nuevo ciclo es un afán universal, entendiéndola como abundancia de medios materiales, de salud, energía, amor y creatividad. La cena navideña significa la abundancia “Sin embargo, no es tan importante el tipo o la cantidad de alimentos como el entorno. En estos días, hay que adornar el espacio de forma poco habitual, que las habitaciones y, en especial, el comedor, transmitan una atmósfera de ocasión especial”, sugiere el experto.
