Cuando hablamos sobre lograr la armonía en nuestros espacios, el feng shui surge siempre en la conversación, pero para practicarlo primero hay que entender de qué se trata y cómo funciona.
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El feng shui, de acuerdo a National Geographic, es un “antiguo arte chino que consiste en organizar edificios, objetos y espacios en un entorno para lograr la armonía y el equilibrio”.
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Las palabras que componen su nombre significan “el camino del viento y el agua”. Sus orígenes se remontan al taoísmo primitivo, pero es muy popular hoy en China y en las culturas occidentales.
Los comienzos del feng shui son inciertos, pero existe evidencia de que los chinos han estado usando sus principios para diseñar sus casas y pueblos por más de 4000 años.
¿Qué es el feng shui?
El feng shui se basa en la creencia taoísta en el “chi”, que es la fuerza vital que existe en todo. El “chi” está compuesto por elementos de yin y yang, dos fuerzas inseparables y contradictorias.
De acuerdo al medio antes citado, los taoístas pensaban que al balancear los elementos yin y yang, se puede mejorar el flujo de “chi positivo” y alejar el “chi negativo” de la vida.
El feng shui, entonces, es un método para equilibrar el yin y el yang y, por ende, mejorar el flujo del chi con la disposición de muebles, edificaciones y hasta ciudades de forma favorecedora.
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El yang es energía activa, la mitad masculina y representa:
- El calor
- La luz
- La sequedad
Mientras, el ying es energía pasiva, la mitad femenina y representa:
- El frío
- La oscuridad
- La humedad
Según los antiguos chinos, arreglar los objetos en un espacio para generar chi positivo garantizaría buena salud, una mejoría de relaciones, así como suerte y prosperidad.
¿Cómo funciona el feng shui?
En la actualidad, las personas siguen las reglas del feng shui para decorar sus espacios. Los principios de este arte se refieren a qué elementos poner cerca o lejos de puertas y ventanas.
Y es que, de acuerdo a la creencia, el chi puede entrar y salir por las aberturas. La manera más sencilla de aplicarlo en un lugar es agregar o cambiar uno de los cinco elementos. Estos son:
- Madera: creatividad y crecimiento
- Fuego: liderazgo y audacia
- Tierra: fuerza y estabilidad
- Metal: foco y orden
- Agua: emoción e inspiración
Todos los objetos se pueden clasificar en uno de estos. De acuerdo a los practicantes, solo mezclando, combinando o sustrayendo tales elementos se puede mejorar el flujo de chi positivo.
Por ejemplo, si quieres mejorar la productividad y aumentar el flujo de dinero, puedes agregar plantas cerca de tu lugar de trabajo pues estas se relacionan con el elemento madera.
Aparte, los maestros chinos crearon una herramienta llamada mapa Bagua, la cual presenta diferentes áreas o estaciones, que se puede seguir y alinearlo con el plano del hogar a favorecer.
