Helena Herraiz Medina es simplemente la “Linguriosa” para los miles de seguidores suscritos a su atípico canal de YouTube donde la carismática joven española enseña y repasa -con gran sentido lúdico-, casi lo mismo que forma parte del clásico plan de lenguaje y comunicaciones en los colegios chilenos y que a muchos niños y jóvenes les resulta tan complejo de asimilar.
Se define sencillamente como divulgadora lingüística, aunque su contundente currículo de maestrías y especializaciones demuestra que recorrió muchos libros antes de sentarse frente a la cámara para convertirse en una divertida competidora de la Real Academia Española.
Las curiosidades del español y los intrincados recovecos de otros idiomas como el latín son parte de sus unitarios en la plataforma y el motivo de su éxito internacional hasta convertirla en una singular influencer que, a diferencia de las demases, no recomienda cómo vestirse o maquillarse ni qué marca usar para ser más consumista que la masa gregaria de las redes.
Las claves de la Linguriosa
“Soy una persona muy curiosa, sobre todo de la lingüística -de ahí el acrónimo Linguriosa, que, al contrario de lo que piensa mucha gente, no tiene nada que ver con un pecado capital-, a la que últimamente llaman mucho woke, aunque a mí lo que realmente me gusta es el poke”, resume su simpática definición.
Con maestrías y doctorados en las universidades de Alcalá, Valladolid y Postdam (Alemania), aclara que “no estudié Historia de la lengua, sino Traducción e Interpretación y un máster para ser profesora de español como lengua extranjera. Al dar clases, siempre me surgían preguntas de por qué algunas cosas eran tan diferentes entre el español y el inglés o el alemán. Resolver esas dudas es la base de mi canal y resulta que había mucha más gente que las tenía. Mi canal es la carrera universitaria que me habría gustado hacer”.
Para amenizar la enseñanza usa a su hermana imaginaria Dorotea como su alter ego, a quien premia con zanahorias y, sobre su tarea, reconoce que “me critican que soy demasiado perfeccionista y lo hago siempre todo perfecto. Es broma, últimamente me llaman “progre”, pero la verdad es que no me parece una crítica”. En rigor, Linguriosa se declara feliz con el boom de su canal, que suma más de 300 mil reproducciones y 10 millones de visualizaciones, pero jamás ha pensado desafiar las normas sagradas de la Academia y suscribe que “la lengua que no cambia está condenada a la desaparición”. Al fin, con su desenfado ilustrado la profe milenial parece sacarle la lengua a la mismísima RAE…