Un insólito testimonio logró este miércoles el matinal “Tu día”, de una mujer que junto a su pareja y prima lograron entrar anoche, y sin pagar su entrada, al caótico recital de Daddy Yankee en el Estadio Nacional.
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La conversación se dio en el marco de la entrevistas que los conductores del matinal de Canal 13 realizaron a variados asistentes al concierto del cantante reggaetonero, quienes dieron testimonio del caos que se desató en las afueras del recinto deportivo y que terminaron con más de cuatro mil personas ingresando irregularmente al recital.
El masivo ingreso a recital de Daddy Yankee
Entre ellas, Claudia, quien si bien reconoció en el programa del 13 que lo suyo no fue “algo correcto”, afirmó que la escasa seguridad habilitada en el estadio facilitó su entrada, y la de su pareja y prima, al recital del artista puertorriqueño.
“Yo entré si entrada, sí. Yo el día de que las entradas se vendieron estuve todo el día intentando comprarlas. Y el día de ayer (martes) hicieron un llamado por las redes sociales que se iban a juntar gente afuera porque la seguridad era pésima y nos íbamos intentar colar, obviamente, en el concierto”, aseguró Claudia, quien culpó del desbande a los pocos guardias que habían en el lugar.
“Una estampida sacó la reja, con la ayuda de los mismos que estaban ahí, y se abrieron las rejas. Fuerzas especiales estaban ahí, listos como para atacar y para que nos redujeran a todos y finalmente no hicieron nada”, prosiguió la mujer, quien señaló que todo el escándalo se produjo como a las 21:00 horas.
“Yo llegué a las 9:05 y a las 9:10 ya estaba dentro, en el Estadio Nacional”, afirmó Claudia, quien finalmente defendió su accionar en que ella y sus acompañantes iban con la intención de “ir afuera a escuchar el recital”.
“Nosotros íbamos con el propósito de escucharlo afuera, no de poder entrar, pero cuando vimos (...) pasó algo muy extraño, cerraron las puertas con un cuarto para las nueve, por la entrada de Grecia. Esas puertas las cerraron y toda la gente que tenía entradas, se fue por el lado de Andes, porque dijeron que por allá estaba pasando la gente con entradas. Nosotros dijimos ‘bueno, quedémonos afuera escuchando’, pero cuando vemos esta turba que es justo al frente de donde está el mono pilucho, abrieron las puertas y nosotros entramos, pero ya descontroladas porque nadie te detenía”.