Si nos ponemos a recordar Titanic, son muchas las escenas que nos vienen a la mente. Entre todas, una de las más recordadas es esa en la que el protagonista, Jack Dawson, grita a todo pulmón, desde la proa del transatlántico condenado, una de las frases más icónicas de todo el largometraje: “¡Soy el rey del mundo!”.
En esa secuencia, el personaje de Leonardo DiCaprio está viviendo uno de sus momentos más felices y lo expresa con esta oración. Acababa de abordar a último minuto el famoso barco y sentía que tenía toda una aventura por delante sin tener idea del apasionado romance y la terrible tragedia que le esperaban.
Sin embargo, esta reconocible escena también guarda un interesante relato detrás. Y es que la memorable frase expresada por Jack no estaba originalmente en el guion y DiCaprio no quería decirla. Así lo reveló el director del clásico, James Cameron, en una entrevista años después del lanzamiento de la cinta.
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La historia detrás de la famosa frase “Soy el rey del mundo” de Titanic
Durante una conversación con Ali Plumb para su programa Movies That Made Me en 2019, el cineasta recordó que improvisó la mítica frase luego de horas buscando la línea perfecta para que el entrañable Jack Dawson cerrara la emblemática escena del filme estrenado en 1997.
“Se inventó en el acto. Yo estaba en una canasta de grúa y estábamos perdiendo luz. Habíamos intentado esto y aquello y probamos esta línea y esa línea y nada funcionaba realmente”, comenzó a narrar.
Finalmente, en un momento de inspiración, dijo a DiCaprio a través de un walkie-talkie: “Está bien, tengo algo para ti. Solo di: ‘¡Soy el rey del mundo!”.
No obstante, el oscarizado actor recibió esta instrucción de último minuto con incredulidad y muy poco entusiasmo. “Tan solo abre los brazos, vive el momento, ámalo y celébralo’. Y él me contestó: ‘¡¿Qué?!”, rememoró Cameron, quien aseveró que tuvo que insistirle al intérprete de entonces 23 años.
“Dije ¡Soy el rey del mundo!’. Solo di: ‘¡Soy el rey del mundo!’. Pero tienes que venderlo”, se acordó que le dijo, pero Leonardo volvió a replicar y el director estalló.
“Él reaccionó: ‘¡¿Qué?! y le dije: ‘¡Simplemente véndelo, jod*r!”, destapó entre risas ante las cámaras del programa de la BBC.
Tras este intercambio, pese a su resistencia inicial, Leonardo DiCaprio acató la orden y logró vender la inolvidable frase.
En esta escena de la película, Jack parece realmente estar disfrutando el momento, aunque ya todos sabemos que esto es solo porque el actor tiene mucho talento pues no estaba convencido para nada.
Cabe destacar que James Cameron estaba tan orgulloso de esta frase y el impacto que tuvo en la audiencia que decidió usarla cuando Titanic ganó uno de sus 11 Oscar en 1998. En ese momento, el público no la recibió nada bien. El director admitió años después que fue una equivocación emplearla en ese momento.
“Hay una arrogancia al asumir que todos en la audiencia han visto tu película, a pesar de que ganaste. O que en realidad todos son fanáticos”, expresó a Vanity Fair en 2017.
”Todo estaba redactado con bastante cuidado, pero el error fue que en realidad estaba actuando orgulloso de ganar y con una referencia a mi propia película”, concluyó.