El perfeccionismo te persigue, sientes que tu trabajo nunca esta completado y pocas veces hay satisfacción en lo que haces. Todas estas son señales de que eres una persona con mucha autoexigencia y esto puede traer grandes consecuencias en tu vida.
Las personas que poseen mucha exigencia consigo mismos suelen caer en comportamientos y pensamientos que no son sanos, ya que suelen dedicar demasiadas horas en el trabajo, tareas del hogar o en lograr ciertas cosas sobre sí mismos.
Quienes poseen una alta autoexigencia no solo poseen constantes pensamientos de lo que tienen que hacer, cómo lograr que algo esté perfecto y se culpan cuando algo no sale bien, sino que desarrollan ideas erradas de sí mismos y se someten a altos niveles de ansiedad.
Por eso es común que estas personas se enfrenten al síndrome del impostor o desarrollen desequilibrios que tienen que ver con la ansiedad o la depresión.
Aunque tener aspiraciones y metas en tu vida es completamente válido, es importante no caer en este tipo de ideas poco realistas de perfección, ya que puede pasar una dura factura emocional
Para evitar esto es necesario estar atentos a algunas señales, que pueden ser esos indicadores de que es hora de detenerse y controlar nuestras actitudes.
Esto es lo que suele hacer una mujer autoexigente
· Siempre considera que el trabajo no está terminado
· Desea tener todo programado y controlado
· Dedica demasiado tiempo a algunas tareas
· Tiene pensamientos rígidos y tiende a anticipar escenarios negativos
· No soporta cometer errores
· Miedo a ser evaluada negativamente
Este tipo de ideas y acciones son comunes en aquellas personas que buscan la perfección en sí mismas, pero es necesario detener esto para evitar que se desarrollen desequilibrios emocionales.
Para esto podemos empezar a dar pequeños pasos que cambien tanto nuestra autopercepción como las acciones que realizamos día a día.
Estos son algunos consejos para las personas autoexigentes
· Aprende a priorizar y descartar lo que no es urgente
· Respeta los tiempos para hacer tareas y para tomar decisiones
· Los descansos y tiempos de ocio también merecen su espacio
· Establece metas realistas
· Los errores son válidos
· Acepta aquello que no puedes controlar
