Más de medio siglo de carrera amparan la tremenda trayectoria de Anita Reeves. La receta: mantenerse activa. “Mi profesión es mi vocación. Esa es la clave. Hacer algo que amas, que te apasiona te ayuda a mantenerte siempre vigente”, puntualiza.
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La actriz vivió sus primeros años artísticos en Argentina debido a un autoexilio junto a su exmarido por la dictadura militar. “No había otra alternativa, si me quedaba seguramente alguien prendería un fósforo en alguna parte de mi cuerpo”, comenta.
Tras su retorno, fue convocada para ser parte de una teleserie en TVN, canal en el cual había estado presuntamente vetada. “Me llamó Sergio Riesenberg para trabajar en TVN y al otro día me desllamó…porque estaba vetada. Quedé metida, me envalentoné y averigüé. Fui a preguntar por qué. A la semana me llaman y me dicen que no tengo veto. Le avisé a Sergio Riesenberg y me llamó Sonia Fuchs…yo creo que me desvetaron. No representaba ningún peligro o les habría caído bien, no sé”, asegura.
Raquel y La Quintrala
Anita también recordó su paso por la serie histórica “La Quintrala” donde no se desempeñó como actriz, sino que como directora de actores, donde fue la coach actoral de Raquel Argandoña. “Raquel no era actriz y nunca lo iba a ser. Yo se lo dejé claro desde el comienzo. Ella me respeta harto hasta el día de hoy. Era muy aperrada, trabajadora. No podía hacerlo todo lo bien que lo podría hacer porque no era actriz. Había que dirigirla para que lo haga lo mejor posible. Había que estar al lado, siempre. Ella no quería actuar si yo no estaba”, recuerda.
“Tenía que ponerme como la paca pesada para que actúe cuando yo no estaba. La que lleva el látigo soy yo, le decía. Hicimos buenas migas. Ella tenía mucho poder, la pusieron por algo. Yo la agarré duro altiro. No tengo una amistad con ella pero hay un respeto importante porque se dio cuenta que yo no me puse a prejuiciar nada”, sentencia.
La actualidad de las teleseries
Respecto a la pre producción de los personajes en teleseries, Anita destacó lo mucho que se preparaban antes. Rememoró su paso por Estúpido Cupido donde tuvieron que ir a un convento de monjas para observar cómo funcionaban.
Sobre las teleseries actuales, Anita señala: “Los de ahora son PER no alcanzan a ser personajes. Para lo que hay que decir, no hay demasiado que ahondar”.
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Su última teleserie, “Wena Profe” en TVN la dejó con un gusto amargo por la abrupta salida de su personaje. “Después de 28 años, nunca más me llamaron nunca más”, asegura. “Entré a Wena Profe, años después porque un productor amigo mío me pidió que fuera. Lo pasé mal porque estaba mal escrita y mal dirigida. Había desconocimiento del mundo que se estaba tocando. Era demasiado light. A mi personaje le habían prometido cosas que nunca pasaron. Yo tenía escenas donde tenía que ir a ver a los cabros tocar música. Yo pedí irme, con todo respeto, le pedí al productor general. No tenía aporte, era una falta de respeto conmigo misma, no por divismo. No me debieron ni haber pagado”, expresó.
Sobre el panorama actual de las teleseries, la actriz comenta: “La persona que elige, elige eso. No hay ningún aporte, una chabacanería grande. Hay actores o actrices que se les nota que están haciendo maquetas. Eso no es así, es más serio. Uno no le puede llevar a la gente basuritas”, finaliza.