Cuando era niño, Benedict Cumberbatch no tenía permitido ver películas de terror. Aún así, intentaba verlas de reojo en “una especie de prueba de resistencia” para probar qué cosas lo asustaban en una acción que, asegura, es algo natural para ese momento en la vida. “Nunca me agarraron mucho, tengo una imaginación muy hiperactiva y valoro demasiado el dormir como para meterme de lleno a las películas de terror. Pero hay un par de las cuales soy muy fan, como ‘El resplandor’, por ejemplo. Es una de mis grandes favoritas”, según cuenta el actor vía Zoom a un puñado de periodistas de la región.
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El británico habla de este género porque vuelve a las salas con “Doctor Strange y el multiverso de la locura” y esta cinta de Marvel dirigida por Sam Raimi (“Evil Dead”, “Spider-Man”), se adentra en el territorio del terror.
”Hay sustos repentinos y características de la carrera de terror de Sam Raimi, además de su trabajo en el género de los superhéroes. Definitivamente es la más oscura y también la más escalofriante (...) No es terror como ‘El exorcismo de Emily Rose’, ‘It’ o ‘El exorcista’, pero es bastante escalofriante”, dice el actor que saltó a la fama mundial con la serie “Sherlock” antes de convertirse en Stephen Strange para el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU por sus siglas en inglés) para “Doctor Strange: Hechicero Supremo” (2016).
Multiverso
La oscuridad y el horror no es lo único que marca a la película que tiene su preestreno mañana miércoles y debut oficial el jueves, sino que está definida por la apertura de la puerta del multiverso. Es decir, se pueden ver distintas versiones de Doctor Strange en múltiples realidades paralelas. Algo que, según dice a Publimetro, es importante para el actor. “Es fundamental para mí como actor el sentirme desafiado, especialmente con un personaje que regresa”.
En cuanto a estas versiones de Stephen Strange que se ven en pantalla, el reciente nominado al Oscar como Mejor actor por “El poder del perro”, comenta: “Creo que tenemos muchas personalidades diferentes en nuestro propio universo, ya sea roles que interpretamos o partes de nuestra personalidad. Fue un agrado poder hacer esto de un modo más fantástico con este género y con este capítulo de la MCU al explorar el mutiverso y diferentes personalidades, pero es como una suerte de terapia para el personaje. Es una buena manera de entenderlo y comprender sus decisiones. Realmente lo disfruté”.
“Fue un desafío, por supuesto, pero me encantó absolutamente. Tratamos de hacer evolucionar al personaje como es en nuestro universo y el tener la posibilidad de llevarlo en direcciones tan diferentes fue un verdadero placer”, agrega Cumberbatch.
Muchas versiones
Los cambios de Doctor Strange van más allá de la personalidad e implica el uso de distintos looks, incluyendo pelo largo con una llamativa cola de caballo. “La gente está haciendo mucho ruido con eso, pero, ¡esperen un poco, simplemente pongan el fútbol y van a ver todo tipo de peinados! Esto es difícilmente revolucionario, pero, escucha, me encantó. Pero estos looks son tan diferentes y cómo se sienten también”, dice a Publimetro.
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Tras eso, continúa: “Toma mucho tiempo preparar un personaje, incluso al viejo Steven como lo conocemos. Así que (con los distintos looks) no te confundes, sabes muy bien cual estás interpretando. Para mí lo más importante fue dar la suficiente correlación, pero también entender que son personas distintas de muchos modos. Entonces, sin contar nada de la película, el desafío difícil en sí no fue separarlos, sino en cómo hacerlos diferentes, (lo cual fue) un reto más entretenido”.
Cumberbatch asegura que los seguidores de Marvel pueden “esperar de todo” de esta entrega. “Hay actuaciones increíbles de Lizzy Olsen (Wanda Maximoff) y Xochitl Gomez, una relativa principiante que interpreta a America Chavez, además de favoritos que vuelven como Mordo (Chiwetel Ejiofor), Wong (Benedict Wong) y Rachel McAdams como la enfermera Christine Palmer”.
Más adelante, el actor explica sobre su personaje: “Creo que hay una evolución de alguien que se da cuenta que es más poderoso con otros que por sí mismo”, dice y luego agrega: “Es un hombre que se está moviendo lentamente de esta arrogancia egocéntrica y el necesitar y querer estar en control a que algunas veces otros deben tomar el cuchillo y él debe aprender a colaborar”.