Gabriela Hernández, conocida por su personaje de la teleserie “Pituca sin lucas”, Lita Amunátegui, deslumbró a Julio César Rodríguez en el programa “Pero con Respeto”, al contar de manera muy graciosa sobre los 17 años de matrimonio que tuvo con el antropólogo uruguayo José María Montero, con quien reveló, tuvo una relación abierta.
“Yo cuando me casé, yo le dije yo te hago votos de infidelidad no de fidelidad. Yo no pienso estar con un hombre toda mi vida”, contó con una copa en la mano, sacando carcajadas en el estudio.
La exactriz de Mega, quien confesó que siempre fue muy polola -“más que enamoradiza, que no es lo mismo”- se casó por un tema legal, para que su pareja pudiera viajar a Estados Unidos.
“Éramos el uno para el otro, estuvimos juntos mucho tiempo y muy felices”, recordó, revelando que su marido se disfrazaba de distintos personajes para que no muriera la flor en la relación.
“Él se disfrazaba de ruso, de hombre primitivo. De vez en cuando yo llegaba y para que yo no me aburriera él estaba en personaje”, contó respecto a los juegos que tenía con Montero.
Qué balsa
Pero, lo que más impactó al entrevistador de Chilevisión, fue cuando Hernández le contó que dejó que su marido estuviera con otras mujeres. Esto, luego que el antropólogo realizara un viaje durante 101 días en una balsa, junto a seis mujeres y otro cinco hombres para estudiar el comportamiento de ambos sexos en un espacio reducido, durante un largo tiempo.
Ante la pregunta de JC si había pasado algo, ella le respondió que él “no era tonto” y ella misma le dio permiso.
“Éramos una pareja abierta. El dijo sí, tuve relaciones, pero no eran muy cómodos (el espacio) y me contó con quién había sido y a quién tuvo que rechazar”, señaló muy resulta.
Y si bien, la infidelidad no fue un tema para ellos, sí comenzaron los conflictos cuando Gabriela se puso a trabajar y él se quedó de dueño de casa, lo que motivó que ella empezara a “mirar para el lado”.
“También pienso como hombre”
“Fuimos muy felices, pero después ya la cosa... nos pusimos en una ciudad. Empecé a trabajar, llegaba a las tantas de la noche y él durmiendo. Menos mal me dejaban un plato frío para que comiera. Estaban los roles totalmente cambiados, cosa que ni siquiera me importaba. Él hacia las cosas de la casa, iba al mercado, cocinaba delicioso. Pero los roles cambiados no me cansaron, pero lo que me cansó es que yo trabajaba mucho y él no trabajaba. Soy tan hombre para mis cosas, también pienso a veces como hombre”, confesó.
“Estuvimos 17 años juntos, de los cuales yo creo que 14 fueron de absoluta comunión, después ya uno empieza a mirar para el lado. Yo la primera, él después. Ya fueron demasiados años, yo creo que 14 años está bien. Después hay que cambiar”, cerró la actriz y exbailarina de cabaret respecto a la feliz relación que tuvo con su exmarido, con quien viajó por gran parte del mundo.
“Yo me hice ir por el mundo, no necesito que alguien me haga ir por el mundo. Nací feminista”, remató la actriz, sacando aplausos en el estudio de Chilevisión.