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Paulina Urrutia y el duro momento al cuidado de su esposo Augusto Góngora: “Me dice que lo ayude y yo por más intentos que haga no puedo”

“Yo en dos segundos dejé de ser mujer y dejé de ser actriz para convertirme en la cuidadora de Augusto y eso repercute”, agregó.

Paulina Urrutia

La actriz Paulina Urrutia dio una íntima entrevista a CNN Chile, donde se refiere al delicado momento que vive junto su marido Augusto Góngora, quien padece un Alzheimer bastante avanzado.

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Ella es su cuidadora desde el 2014 que se le diagnosticó la enfermedad. “Fuimos unos privilegiados en el sentido de vivir en una comunidad donde las casas son pareadas y nos escuchamos entre los vecinos. Compartimos nuestras vidas desde hace muchos años pese a que, evidentemente, en comunidades así siempre va rotando la gente”, comenzó relatando.

Ante la pregunta de cómo ha avanzado el Alzheimer de Augusto durante estos meses, Urrutia precisó que “lo que se avanzaba en años se avanzó en meses, semanas, de un día para otro. Eso lo que me hace reflexionar es que el ser humano es gregario; aprende, se desarrolla y se potencia en comunidad, con otros y, por lo tanto, todo este desarraigo y desapego entre los seres humanos lo único que hace es involucionar a la humanidad”.

Ha sido muy difícil y doloroso también en el trato con otras personas, en el sentido de diferenciar a la mujer de la cuidadora. Yo me resistí mucho tiempo a que me dijeran cuidadora, yo decía que era su mujer y, por lo tanto, no entendía otra manera de ser la mujer de Augusto si no asumía su cuidado, pero el momento más crítico lo estoy viviendo ahora”, precisó.

“En algún momento tengo que ser capaz de separar a la cuidadora de la mujer y permitir la ayuda para mí”.

—  Paulina Urrutia

El avance de la enfermedad

Yo en dos segundos dejé de ser mujer y dejé de ser actriz para convertirme en la cuidadora de Augusto y eso repercute”, agregó.

Paulina Urrutia

“Yo siempre digo que esto es un proceso, pero yo creo que lo más difícil que he vivido este último tiempo es darme cuenta de que, pese a toda la voluntad y amor, hay cuestiones tan duras como que ya no me lo puedo. Yo he vivido momentos muy duros al constatar la miseria humana, la impotencia, la vulnerabilidad extrema, que no es solamente de él, sino que es la mía también”, sostuvo.

Para la actriz, el hecho de no poder levantar a su esposo “es una impotencia (…), me dice que lo ayude y yo por más intentos que haga no puedo”. “Aquello es lo más duro que he vivido y obviamente eso solamente va a evolucionar (…) y en algún momento tengo que ser capaz de separar a la cuidadora de la mujer y permitir la ayuda para mí”.

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