Tras ocho meses al aire, hoy llega a su fin “Demente”, la teleserie nocturna que tuvo a borde de su silla a la audiencia. Para reemplazarla, llega a Mega “Amar profundo”, una producción que cambia de género y tono. Porque acá no hay un thriller, sino que el romance desborda la historia protagonizada por María Gracia Omegna -como una madre soltera que debe volver al sur para hacerse cargo del negocio familiar de pesca artesanal tras la muerte de su padre- y Nicolás Oyarzún, con quien deberá lidiar en esta nueva aventura, pero con quien no tendrá la mejor relación.
Para Oyarzún, hay varias razones por la cual esta telenovela registrada en la caleta de Cocholgüe puede llamar la atención. “Primero, la historia está buena y le hemos puesto ñeque como equipo para hacerle justicia”. El actor agrega: “El lugar es muy protagonista y creo que, al igual que nosotros, el espectador se va a dejar conquistar por la caleta. Lo que he visto hasta ahora está bonito y hay que puro disfrutar el primer capítulo”.
El productor ejecutivo tanto de “Demente” como de esta nueva apuesta, Patricio López, comenta: “El principal desafío de ‘Amar profundo’ es seguir cautivando la audiencia que tan bien capitalizó ‘Demente’. Por otro lado, tenemos la oportunidad de sumar públicos vespertinos y en un horario nocturno. Con esta teleserie aseguramos una comedia romántica muy entretenida, con personajes muy bien logrados y que estamos seguros llegarán al corazón de la gente”.
Por su parte, Manuela Velasco, gerente Contenidos internacionales y Parrilla de programación de la estación del grupo Bethia, dice que, si bien cada producción enfrenta el desafío de cautivar, “‘Amar profundo tiene la fortaleza de ser el único producto de ficción nacional en ese horario”.
Respecto al cambio de género casi en 180 grados, Velasco dice que “siempre hemos potenciado la diversidad de oferta en ese horario. (...) Por lo tanto no hay un giro radical sino que responde a la estrategia de entregar una oferta variada”. En tanto, López, cree que la nueva producción llega a “refrescar el horario sin grandes ambiciones más que emocionar y entretener”.