La pandemia y las cuarentenas asociadas a ella parecen no haber afectado la capacidad creativa de Jorge Alís. De hecho, en su caso, parece haber ocurrido lo opuesto. Porque, a pesar de que dejó de hacer shows frente a público en cuanto comenzaron las restricciones de aforo, en mayo del año pasado hizo su primer online: “Quedo atento a tus comentarios”. Y de ahí no paró.
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Porque tras eso llegaron “Felicidad” y “Sábado QL”. Además, desarrolló “La variante Alís”. Este nivel de productividad es bastante peculiar, pues en períodos normales no es raro que una rutina de humor, con algunas variaciones entre las presentaciones, tenga una vida útil de dos años.
Y es con este show “La variante Alís” que el comediante argentino retoma sus presentaciones en vivo y que el 30 de octubre hará el mayor evento desde que partió la pandemia, pues mostrará su obra en Gran Arena Monticello (ver recuadro).
Como parte de esta rutina, Alís toca temas como las posiciones contrapuestas entre vacunarse o no hacerlo, además de cada cambio que se generó en las dinámicas debido al encierro. “Es ahí que te das cuenta de que tenías familia, de que tenías hijos”, dice y admite que le ha costado mucho “volver al ritmo antiguo de locura que teníamos todos”.
Por otro lado, comenta sobre la contingencia local. “Parece que el mundo se va a acabar. Que si se saca la plata de la AFP se va a incendiar todo, si los perros ladran va a haber terremoto. Hay grupos de seguridad de los barrios que te dicen qué hacer, que si no saliste con mascarilla o que por qué hiciste una fiesta y había más de seis personas. Está lleno de padres”, dice.
Y, claro, también analiza cómo la pandemia ha transformado todo. “Hay un cambio total antes y después de la pandemia a nivel mundial y a nivel humano de comportamiento. ¿Cómo te saludo? ¿De puño o de abrazo o te pido el pase de movilidad para darte el abrazo?”, dice y agrega “Ahora vas en un ascensor y te tirás un peo y no es tan grave como estornudar. Como que han cambiado ciertas cosas que e los seres humanos nos cuesta mucho adaptarnos”.
Al comienzo de la pandemia, el comediante fue bastante critico de lo que significaba convivir con una enfermedad desconocida e hizo videos al respecto. Ya más adelante, su visión cambió. “Un poco me pasó con la pandemia que uno se va negando a ciertas cosas, no creemos en nadie y hay una confianza tremenda”, dice sobre ese período.
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En cuanto a la comedia cotidiana, que también es un tema de su show, cada vez empezó a tener más obstáculos con el encierro, con toda la familia en la casa e incluso la falta de conexión. “No tenía internet en mi casa y me tenía que ir a la calle arriba de un auto a hacer la clase de guión”. Eso sí, el colapso por las dificultades extra, cambiaba a culpa tras ver las noticias con tanto muerto y portonazos. “¿De qué me quejo, si estoy bárbaro?”, dice.
Ya para cerrar, explica sobre el show, “Si la pandemia te dejó sin saber qué mier** querés hacer de tu vida, acá puedes encontrar el camino a la sanación”. Tras eso suelta una carcajada y agrega: “De alguna manera están todas esas preguntas ahí. ¿Qué mier** hago? ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Adónde voy? En el fondo, esa es la comedia”, asegura.
Medidas sanitarias y tickets
Para los eventos presenciales, las autoridades sanitarias exigen tener expendedores de alcohol gel y un aforo máximo del 60% de la capacidad habitual, para dejar butacas vacías entre asistentes. Por su parte, quienes asistan al evento deberán usar mascarilla durante todo el show, además de llevar su carnet y respectivo pase de movilidad habilitado.
Entradas a la venta desde hoy a través de www.topticket.cl
