Fue uno de los momentos más estremecedores del tenis femenino en el último tiempo. Las lágrimas que paralizaron a la tenista británica Emma Raducanu en su partido de primera ronda en el abierto de Dubai luego de ver en la cancha donde jugaba ante la checa Karolina Muchkova a su acosador.
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Un hombre que el día anterior a su debut en el torneo asiático la había hostigado en una zona mixta del recinto deportivo, y que tras el episodio incluso fue detenido por las autoridades locales y posteriormente liberado luego que la propia Raducanu desistiera de seguir una acción penal en contra de su agresor.
El trauma de Emma Raducanu
Algo de lo que pasadas varias semanas recordó la afectada, quien en la previa a su participación en Indian Wells reconoció el trauma que le significó tal episodio.
“Lógicamente estaba muy angustiada. Le vi en el primer juego del partido y pensé: ‘No sé cómo voy a terminar’. Literalmente, no podía ver la pelota entre las lágrimas. Apenas podía respirar. Me dije: ‘Tengo que tomarme un respiro’. Fue un momento muy intenso”, contó a mediados de esta semana.
“Después del partido rompí a llorar, pero no necesariamente por haber perdido. Había mucha emoción en las últimas semanas por los acontecimientos y necesitaba esa semana libre para tomarme un respiro y venir aquí”, agregó la tenista, quien reveló que para evitar nuevos hostigamientos de parte de desconocidos “siempre estoy con alguien que pueda dar la alarma o ayudar en cualquier situación”.
“Estoy muy alerta, muy sensible y no voy sola a ningún lado. Estoy prácticamente acompañada a todas partes”, reconoció.
El caso de Raducanu, lamentablemente, no es uno que esté alejado a la realidad que varias tenistas han tenido que padecer durante décadas. Figuras relevantes para la disciplina, que sin embargo fueron víctimas de momentos traumáticos que, en algunos casos, incluso gatillaron su declive en el deporte.
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El drama de Mónica Seles
El 30 de abril de 1993 fue un día que jamás pudo olvidar la tenista serbia, víctima en aquella ocasión del ataque de un fanático de la alemana Steffi Graff, quien para impedir que la deportista siguiera destacando como la mejor del mundo por sobre la germana, la apuñaló con un cuchillo durante un descanso de la europea en su partido ante Magdalena Maleeva, en el torneo de Hamburgo.
Las consecuencias de ese ataque fueron devastadoras para la tenista serbia, quien tuvo que abandonar el circuito de la WTA por algo más de dos años para regresar en un nivel muy por debajo del que la convirtió en la mejor del planeta.
¿Su agresor? Günter Parche, un obseso fanático de Graff, libre de cualquier sentencia de cárcel debido a sus trastornos mentales que finalmente lo llevaron a un asilo psiquiátrico alemán, donde falleció a finales de abril de 2023.
El acosador de Serena Williams
Otra de las grandes estrellas en la historia del tenis profesional, la estadounidense Serena Williams, tampoco estuvo ajena al tormento de ser acosada por un hostigador.
Albrecht Stromeyer, un ciudadano alemán que seguía a Williams a cada uno de los torneos que disputaba (en ciertos casos se hospedaba en el mismo hotel de la tenista) y que incluso en algún momento reconoció en tribunales que planeaba pedirle matrimonio a la deportista.
¿Qué pasó con el acosador? Acabó siendo detenido en Nueva York y fue enjuiciado por acoso por una jueza que finalmente le prohibió acercarse a menos de 914 metros de su víctima, su hermana Venus, y los padres de Serena.
Cartas de contenido sexual para Ana Kournikova
Otra destacada tenista que sufrió de acoso fue la rusa Ana Kournikova, quien vio alterada su salud mental gracias a un hombre en situación de calle, William Lepeska, que por meses la persiguió y le mandó cartas con claros mensajes de contenido sexual.
El acoso alcanzó niveles tan preocupantes para la tenista, que la víctima debió denunciarlo para que fuera arrestado. ¿Qué pasó con su acosador? En tribunales fue condenado a 40 años de internación en un centro psiquiátrico para tratar sus problemas mentales.
No sólo las deportistas sufren con acosadores
El drama que sufren las tenistas con sus acosadores no es algo restrictivo al género femenino, puesto que en la otra vereda, la de los deportistas masculinos, los casos de hostigamiento también causan problemas de salud mental en sus víctimas.
Tal es el caso del tres veces campeón del mundo de surf, el australiano Mick Fanning, quien en febrero de 2020 pudo respirar algo más tranquilo luego que la policía de su país detuviera a Sarah Foote por tratar de ingresar a la vivienda del deportista.
La mujer, fans declarada del surfista, acosó por meses a Fanning y como resultado de ello fue arrestada bajo cargos de acoso por enviarle cartas acusando a Fanning de pedófilo, declarándole su amor y amenazándolo de muerte. ¿Cómo se zanjó el juicio en su contra? Con una condena de 15 meses de prisión con libertad condicional.
Otro deportista que sufrió ante el acoso de una seguidora fue el beisbolista Eddie Waitkus, quien fue atacado por Ruth Anne Steinhagen con un arma de fuego. El incidente se produjo en un hotel donde la mujer citó al deportista, quien apenas llegó al recinto fue impactado por un disparo que Steinhagen realizó con una escopeta.
Según informó larazon.es, el incidente “por suerte no acabó de forma fatal y pudo volver a los terrenos de juego. A ella la internaron en un centro psiquiátrico”.
