Mientras Colo Colo está a punto de cerrar la incorporación de Víctor Felipe Méndez y la Supercopa es inminente, el rival del estelar equipo “albo” en el primer título de la temporada, Universidad de Chile, sufre en demasía, transpira sangre y lo pasa pésimo buscando al menos un centrodelantero de los dos que, según el presidente de Azul Azul, Michael Clark, deberían llegar. De hecho, el argentino Leandro Díaz se suponía listo. Hasta ayer, que el jugador decidió quedarse en Lanús. El “Loco” se suma así a la larga lista de fallidas o fracasadas negociaciones por un goleador para el plantel de Gustavo Álvarez.
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El papelón de Díaz corona meses de inconducente búsqueda. El transandino se agrega a un listado que incluye a Rodrigo Holgado, un viejo anhelo que nunca ha querido llegar a la “U” y que, en esta pasada, optaría por quedarse en Colombia en caso de no seguir en el América de Cali; a Octavio Rivero, donde, pese a la insistencia “laica”, su oferta nunca convence a Barcelona de Guayaquil; a Eduardo Vargas, con quien se desconoce si hubo un acercamiento real, pero el seleccionado nacional quiere seguir en Brasil; a Thiago Vecino, cuyo pase pertenece a Vélez Sarsfield, pero cuyo desempeño en Huachipato no parece ameritar la apuesta; a Rodrigo Contreras, por quien nunca han hecho el intento económico como con el “Pintón”; y a Ignacio Jeraldino, quien, pese a estar disponible, parece no interesar en el Centro Deportivo Azul.
Lo de Díaz no dejó de sorprender. La “U” demoró en mandar algún papel y eso le dio tiempo al “Loco” para repensar su paso a Chile. La reflexión redundó en que ayer se presentara a los trabajos de Lanús, se disculpara con el cuerpo técnico y sus compañeros por el exabrupto en un amistoso que lo había sacado del club “granate”, y, con todo eso resuelto, optó por seguir donde estaba.
Así, pese a los 70 días que han pasado desde que la “U” cerró su participación 2024 y a que lleva un mes de trabajo, el plantel sigue sin terminar de conformarse. Y con el inicio de la campaña a la vuelta de la esquina.
Y faltan cupos
Y, lo que es peor, la “U” sigue buscando un goleador que dé ciertas garantías, apelando a jugadores extranjeros. El problema es que sigue sin cupo para fichas foráneas, pues Luciano Pons sigue entrenando con el equipo, a la espera de que se afinen los detalles de su partida al Bucaramanga colombiano, aunque su salida parece entrampada. Fabricio Formiliano, otro que potencialmente podría partir, no tiene aún alternativas reales para emigrar.
Con ese escenario, aún cuando prosperara el insistente esfuerzo por Rivero y se concretara el nuevo acercamiento con el “Tucu”, urge que se liberen espacios para que lleguen los delanteros forasteros. La posible partida de Emmanuel Ojeda no queda, por ahora, descartada. Partiría a préstamo a Huracán, antes de que quede libre a mitad de año. En el caso de que se desinfle lo del “Globo”, asoma como el probable reemplazante de la gran ausencia defensiva para la Supercopa, la del desgarrado Matías Zaldivia.
La “U” busca dos atacantes. Pero está complicada. No le resulta ninguna de las maniobras que intenta, pese a insistir por algunas alternativas que no parecen estar a la altura del requerimiento. Al final, los líos administrativos han terminado complicando todo. Y, a la hora de los fichajes, ha carecido en las oficinas de la misma concreción que busca para resolver los problemas en la cancha, donde por ahora sólo tiene a Nicolás Guerra para hacerse cargo de los goles.