Universidad de Chile ha tenido un inicio de año complicado. Si bien apenas ha disputado un partido amistoso, la derrota del domingo por 2-1 ante Coquimbo Unido en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, por la Copa de Verano, los inconvenientes se han sumado en los diferentes planos que tiene el club.
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Empezando por los líos dirigenciales y el lento proceso de reforzamiento del plantel, Gustavo Álvarez fue muy autocrítico con la caída dominical a manos de los “piratas”. Además, las lesiones no han dejado tranquilo a su equipo, que tiene un importante desafío a la vuelta de la esquina, la Supercopa contra Colo Colo, que debería jugarse el 25 de enero en La Serena.
Dudas en la cabeza
La bomba explotó el 20 de diciembre, cuando la Comisión para el Mercado Financiero revocó la autorización de existencia de Sartor, controladora principal de Azul Azul, por irregularidades en su modelo de negocio y conflictos de interés. Y continuó con las interrogantes respecto al financiamiento para la adquisición de Michael Clark, operación que le permitió acceder al control de la concesionaria que administra a la “U” como socio mayoritario.
Ayer, el Ministerio Público ordenó a la Policía de Investigaciones tomarle declaración al presidente “laico”, por negarse a entregar antecedentes sobre los contratos entre el club y las casas de apuestas. La diligencia fue solicitada por Polla y acogida por la fiscal del caso, Rossana Folli, quien instruyó a la Brigada Investigadora de Delitos Económicos para ubicar al cuestionado timonel de los “azules”, según lo informado por BioBioChile Investiga.
Dados estos hechos, la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, amenazó con tomar cartas en el asunto. “Vamos a estar tomando medidas y determinaciones en el tiempo próximo. Hay que hacerlo con mucha seriedad, con mucha tranquilidad, pero al mismo tiempo con mucha firmeza y claridad sobre lo que son nuestros valores”, advirtió a TVN, indicando que está en contacto directo con los dos directores de la casa de estudios, Andrés Weintraub y Héctor Humeres.
Falta músculo
Previo al amistoso ante Coquimbo, el propio Clark pidió paciencia por la tardanza en la llegada de refuerzos. Ayer, Gonzalo Montes entregó sus primeras declaraciones como flamante jugador de la “U”, siendo apenas la segunda incorporación del plantel de cara al 2025, sumándose a la de Julián Alfaro, cerrada hace un mes atrás.
Con un presupuesto acotado para este ítem, Azul Azul ya desembolsó alrededor de 660 mil dólares por el ex volante uruguayo de Huachipato. De esta manera, se va vaciando la tesorería pensando en el fichaje de un “9″ de envergadura, que le penó al equipo durante el 2024, especialmente en el último partido, que pudo forzar una definición contra Colo Colo.
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Esta estrechez financiera contrasta justamente con la holgura del archirrival, el “Cacique”, que está abriendo la billetera para su año del centenario. No sólo está reteniendo a sus figuras, como Brayan Cortés, sino que también está contratando futbolistas que vienen de brillar en el competitivo balompié argentino, como Claudio Aquino.
Además, el “Romántico Viajero”, si quiere traer a un centrodelantero extranjero, debe liberar un cupo para foráneo, pues ya los tiene cubiertos con Montes y su compatriota Fabricio Formiliano, aparte de los argentinos Leandro Fernández, Franco Calderón, Emmanuel Ojeda y Luciano Pons. A estos dos últimos se les busca la salida, con el Deportivo Cali detrás del atacante.
Piernas golpeadas
No ha sido una pretemporada tranquila para el staff médico del “Chuncho”, que ha tenido que lidiar con varias lesiones en esta incipiente campaña. La primera fue la de Alfaro, que al poco tiempo de sumarse al equipo, sufrió una complicación muscular, aunque ya se recuperó y pudo debutar el domingo ante los coquimbanos.
Sin embargo, la dolencia que más preocupación genera es la de Charles Aránguiz, quien arrastra un edema óseo desde su paso por Internacional de Porto Alegre que no ha podido superar del todo. De hecho, se estima una baja que podría estirarse hasta por casi un mes, por lo que está en duda para la Supercopa frente a Colo Colo, que se disputaría el 25 de enero.
El último inconveniente físico se dio en el encuentro contra los “piratas”, donde Maximiliano Guerrero tuvo que ser reemplazado en el entretiempo y se le vio con hielo en la zona del tobillo izquierdo. Se trataría de un esguince, que de todas formas no le impediría llegar al “Superclásico” que abre la temporada oficial, siempre que se confirme su realización.