La disputa de la Supercopa entre Colo Colo y Universidad de Chile, a inicios del próximo año, sufrió esta semana un nuevo revés luego que el alcalde de la ciudad de Concepción, Héctor Muñoz, descartara de forma definitiva facilitarle a la ANFP el estadio Ester Roa Rebolledo para la disputa de la final entre los campeones del torneo nacional y Copa Chile 2024.
Descartada por el presidente del ente rector del fútbol chileno, Pablo Milad, la opción de jugar dos partidos entre albos y azules, y con Santiago desechado como sede de este encuentro, las conversaciones se habían trasladado a regiones, donde el jefe comunal sureño ya fijó su postura de rechazo a recibir el Superclásico.
Una Supercopa sin sede
Las experiencias anteriores con hinchas de ambos clubes, que mayoritariamente han terminado en desórdenes y destrozos en el recinto deportivo e inmediaciones del estadio fueron los argumentos principales para que Muñoz se negara a recibir dicho partido, el que de momento, y según expuso Milad, sigue sin una programación definida.
“Pretendemos como directorio que siga la normativa de un partido único, no podemos doblegarnos ante hinchas que no se portan bien”, dijo hace algunos días el presidente de la ANFP, quien aclaró que “independiente de las propuestas de un partido de ida y vuelta, queremos hacer un juego único. De no ser así, será ida y vuelta, pero todavía no se ha resuelto porque no están las cosas sobre la mesa”.
“Efectivamente tuvimos contacto con la ANFP, quienes preguntaron por la posibilidad de traer el partido de la Supercopa a Collao”, contó el jefe comunal en radio ADN, donde explicó los motivos para desechar la opción de albergar ese partido.
“Sin embargo, considerando los hechos de violencia ocurridos anteriormente en Concepción, no podemos exponernos nuevamente a tener peleas en nuestras calles, ni destrozos en nuestro principal recinto deportivo”, indicó Muñoz, quien ya en la prensa regional había dado luces de su decisión.
“Desde la capital se hizo el requerimiento, pero el municipio decidió no autorizar el uso del recinto para un partido que no sólo genera una alta convocatoria, sino que por lo general trae problemas asociados por tratarse de las barras más conflictivas del país”, finalizó.