Ricardo Gareca tiene un pie fuera de la selección chilena. Él mismo, tras la humillación ante Colombia en Barranquilla, reconoció que su continuidad se vuelve prácticamente insostenible, luego de cinco derrotas y dos empates en siete partidos oficiales, y avisó que entró en un período de reflexión respecto a su futuro.
Minutos después, Pablo Milad anunció una reunión decisiva para analizar en frío la situación. A diferencia de lo que había dicho antes del encuentro en el estadio Metropolitano, el presidente de la Federación también se abrió a la posibilidad de una salida anticipada del entrenador argentino de la banca nacional.
Sin embargo, hay una serie de trabas que complican la partida del “Tigre” de la “Roja” y que podrían permitirle seguir en el cargo, por lo menos hasta que termine este año. A continuación, las principales razones que juegan a su favor.
El dinero
El sueldo del “Tigre” ronda los 3,7 millones de dólares anuales, el tercero más alto de la Conmebol. Solamente es superado por Marcelo Bielsa en Uruguay (4,1) y Dorival Júnior en Brasil (4), mientras que está por encima de técnicos de la talla de Lionel Scaloni en Argentina (2,6) y Néstor Lorenzo en Colombia (2,4), líderes de las Clasificatorias y finalistas de la última Copa América.
Por ende, rescindir el contrato total de Gareca, que concluye en septiembre del 2025, para el cierre del proceso eliminatorio, tendría un costo aproximado de 2,7 millones de la divisa estadounidense. Esto no es opción para las menguadas arcas de Quilín, salvo que haya una negociación donde el DT acepte rebajar una hipotética indemnización.
El tiempo
Las Clasificatorias sudamericanas no paran, ya que hay otra doble fecha dentro de un mes, específicamente a mediados de noviembre. El viernes 15, la selección chilena visitará a Perú en Lima, donde Gareca es genio y figura, mientras que el martes 19, la “Roja” recibirá a Venezuela en el Estadio Nacional.
Dado que los entrenadores están obligados a reservar a los jugadores 15 días antes, ya empieza a correr la cuenta regresiva para la nómina para los últimos dos partidos del año. La lista provisional tiene que estar a fines de octubre, por lo que, de cambiar de DT, éste tendrá apenas un par de semanas para elaborar una convocatoria.
El reemplazante
Relacionado con el punto anterior, no hay tiempo para que llegue un sustituto oficial, por lo que la Federación tendría que apelar a un interino para noviembre. En ese caso, el nombre que aparece de inmediato es el de Nicolás Córdova, a quien le tocó asumir tras la renuncia de Eduardo Berizzo en el medio de una doble fecha, para la derrota por 1-0 en Ecuador.
Sin embargo, la alternativa del “Nico” no es tan clara esta vez, ya que tiene a la vista el Mundial Sub 20 del año que viene en casa, uno de los pocos “logros” de la gestión de Milad. Dentro de su preparación, utiliza las ventanas Fifa para trabajar junto al plantel que proyecta y, de hecho, ya tiene amistosos pactados para el mes entrante.
Ya pensando en el 2025, surgen como opciones naturales Gustavo Álvarez y Jorge Almirón, ambos peleando por el título del Campeonato Nacional y de la Copa Chile, con la “U” y Colo Colo, respectivamente. El segundo, además, tuvo una gran performance al mando del “Cacique” en la Libertadores.
El fracaso
La salida de Gareca implicaría que Milad tenga que asumir un nuevo fiasco desde que llegó a la presidencia de la Federación. Sería el cuarto entrenador bajo su mandato que se iría por la ventana y, por lejos, el de menor duración, ya que ni siquiera alcanzaría a cumplir un año a cargo de la selección chilena, pues arribó en enero.
Antes, con el curicano, se fueron sin pena ni gloria Reinaldo Rueda -quien fue traído por Arturo Salah-, Martín Lasarte y Eduardo Berizzo -estos dos últimos, apuestas del actual timonel-. El “Toto”, con 16 partidos dirigidos, fue el que menos duró, mientras que el “Tigre” lleva solamente 10 encuentros, entre oficiales y amistosos.