Deportes

La lucha del campeón olímpico que se propuso destronar a Bolt tras vencer el asma, la depresión y la dislexia

Noah Lyles llegó a los JJ.OO. de París decidido a consagrarse como el velocista más rápido de la historia y celebró su medalla de oro al estilo de Dragon Ball. Su brillante carrera ha superado obstáculos fuera de las pistas.

.
. . (George Walker IV/AP)

La referencia histórica a Usaín Bolt, el hombre más veloz del mundo, es una constante entre las comparaciones que a los 27 años desafía el atleta Noah Lyles, transformado en la figura rutilante del atletismo de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, la responsabilidad no le pesa al excéntrico velocista, tras conquistar tres medallas de oro en el Mundial de Atletismo 2023 de Budapest (100 y 200m y relevos 4 por 100) y quien ya obtuvo el primer oro en París al imponerse en los 100m con un tiempo de 9.79″.

PUBLICIDAD

“Antes de la final llamé a mi terapeuta y me dijo que tenía que dejarme llevar, que las cosas fluyeran, y respondí: ‘Está bien, voy a confiar en ti’. Se ha visto el resultado del trabajo en estos tres años. Sabía que el camino a París iba a ser duro, pero me puse a entrenar y trabajé más duro que nunca. Ya puedo decir que soy el hombre más rápido en el mundo”, expresó.

Noah quría más oro en los 200m mientras que, fruto del entusiasmo por su figura, Netflix acaba de estrenar el documental “Sprint” que, tras develar los claroscuros de su vida dentro y fuera de la pista, lo convierte en un potente personaje mediático. La prensa que sigue su explosiva carrera sostiene que “Lyles es un showman”, aludiendo a su tremenda capacidad atlética y la forma en que maneja su personalidad ante el medio.

Como reflejo de ello, transparentó que “quiero trascender en este deporte”, poco antes de ganar el doblete el año pasado en Budapest. Su primera medalla olímpica fue bronce en los 200m en Tokio 2020, aunque el atletismo lo consagró como el “hombre más rápido del mundo” tras ganar los 100 y 200m en el Mundial de Budapest 2023.

La serie del músico e influencer

Y así pretendía refrendarlo en las pruebas que aún le esperan en la ciudad luz para adueñarse de aquel trono que dejó vacante el astro jamaiquino. “Sí, estoy preparado”, responde Lyles a menudo cuando lo emplazaron sobre su capacidad para tomar el legado del “Rayo” Bolt.

Entre la pasión por la música -Spotify tiene temas con su nombre artístico, Nojo 18-, así como por las cadenas de oro que hace relucir en sus competiciones, Noah gusta repetir que “siempre seré el más rápido”, y reta a la historia cuándo cuestionan si está preparado para destronar a Bolt.

Igual como otros deportistas, el campeón de la velocidad ha revelado cómo ha enfrentado etapas complejas de su vida. “Tengo asma, alergias, dislexia, TDA (trastorno por déficit atencional), ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser...”.

PUBLICIDAD

Y lo argumenta: “Me han dicho constantemente que ‘no, no puedes hacer eso’. Al crecer con asma, no estaba previsto que hiciera deporte. Me dijeron que tenía que ir a la universidad para ser atleta profesional. Y ahora soy el primer atleta masculino en la historia de EE.UU.que se hace profesional luego del instituto. Te dicen ‘no puedes hacer esto, no puedes hacer lo otro y no puedes batir récords’. Cada vez que he superado un obstáculo he ganado confianza. A cada paso la confianza sube y sube. Así que entiendo por qué algunas personas no pueden captar mi visión, pero, por favor, no critiquen mi visión sólo por mi forma de pensar”, reflexiona.

Su experiencia en los Juegos anteriores no lo conformó y lo asume: “Tokio-2021 no fue para mí de divertido como tenía previsto. Ahora no estoy deprimido, sé que no serán lo mismo, sino mucho mejor”, apuesta rodeado por su grupo de teapeutas físicos, médicos y de la salud mental. En el público que lo admira ahora resuena el comentario de Bolt en la serie de Netflix: “Noah Lyles es un gran atleta. Está lleno de energía. Tiene público. Mentalmente es muy fuerte y cree en sí mismo”. Al fin, nadie podría dudar del análisis del “Rayo”, pero su cénit requiere alcanzar los imbatibles 9,58″ que en su gloria marcó el legendario Usaín.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último