Desde atrás, en la serie de repechaje, y en sus palabras “dejándolo todo”, fue el mejor cierre que tuvo la delegación del Team Chile en lo que es hasta ahora su más destacada jornada olímpica gracias a la clasificación a semifinales de la competencia BMX Racing del ciclista Mauricio Molina, y las actuaciones del velerista Clemente Seguel, y de los golfistas Joaquín Niemann y Mito Pereira.
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Un histórico paso a semifinales para el pedalero nacional, quien a sus 22 años participa de sus primeros JJ.OO., en París 2024, y que tras quedar en el puesto 18 en las primeras tres series clasificatorias, se puso el overol para inscribir su nombre en la siguiente fase gracias a un emocionante tercer puesto conseguido en una carrera en la no faltaron las caídas de sus ocasionales rivales y una desenfrenada arremetida final del chileno.
Lleno de ilusión en sus primeros JJ.OO.
“Partimos el día con esa sensación de presión, que era pasar al segundo día, que es el día de finales, y se logró. No de la mejor manera, teníamos planificado pasar dentro de las primeras tres carreras, que era entre las primeras 12 posiciones”, reconoció Molina.
“No se dio, pero no nos echamos a morir. Nos fuimos con todo. Montar o morir en ‘Last chance’ (repechaje) por un buen resultado. Quedamos en tercer lugar y ya con eso nos pasamos al día de las finales”, agregó el pedalero, con una visible emoción, que no paró de demostrar con su inagotable sonrisa.
“Ahora voy a llegar a dormir, descansar bien, y mañana un día normal. Prepararse, alimentarse bien y salir a buscar en cada vuelta esa final, porque en la final todo puede pasar, montar o morir, son finales que se definen en 30, 32 segundos, así que estamos ahí, es algo asequible, hay que seguir soñando en grande nomás”, sinceró Molina, convencido que las semifinales de este viernes (que iniciarán a las 14:00 horas de Chile) bien podrían abrirle las puertas a un inédito podio olímpico.
“Vuelta a vuelta, que esto se gana en el momento, aquí y ahora, así es que ahora a ir a descansar y mañana a darlo todo”, indicó.
La visible emoción del deportista chileno se vio reforzada por la inesperada llegada de su padre, quien a pesar de su reticencia a volar en aviones, compró pasajes para alentar a su hijo. Tal como lo hizo en 2022, cuando Molina se consagró campeón en la Copa Mundial de BMX Racing, en Colombia.
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“Es bueno que esté mi papá acá. El 2022 apareció de sorpresa cuando gané mi primera copa del mundo, en Colombia. Ahora apareció de nuevo de sorpresa, en mis primeros Juegos Olímpicos, y obviamente no íbamos a decepcionar”, contó.
“Lo dimos todo, pasamos al día de finales, y ahora vamos a darle otro día de espectáculo a mi papito. Estoy muy agradecido que haya llegado, que haya hecho este sacrificio, de viajar 14 horas. A él no le gustan los aviones, pero se lo mamó para poder estar aquí viendo a su hijo. Titulándose en la universidad del deporte. Llegamos a los Juegos Olímpicos y pasamos al día de finales”, concluyó.
