En un encuentro de discreto vuelo futbolístico, donde lo que más llamó la atención de los miles de espectadores que asistieron al Volksparkstadion de Hamburgo fue el particular duelo entre Kylian Mbappé y su ídolo Cristiano Ronaldo, las selecciones de Portugal y Francia debieron llegar hasta la instancia de los penales para que el combinado galo se convirtiera en el segundo semifinalista de la Eurocopa 2024 al vencer por 5-3 a los lusos.
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Había muchas expectativas en lo pudieran realizar el astro portugués y la estrella gala, quienes a poco de andar el encuentro dejaron en claro que lo suyo en este partido sería más chocar antes los defensores rivales que ser protagonistas del mismo.
La refriega de dos candidatos a la Eurocopa
De hecho, al iniciar el segundo tiempo suplementario el propio delantero francés le hizo un gesto a su técnico Didier Dechamps para salir del campo de juego, tocado por un golpe recibido en el rostro.
Por su lado, Cristiano intentaba infructuosamente de desequilibrar en su nuevo puesto de “9″ ante una organizada marca de los defensores franceses.
Así las cosas, el partido empezó a decantarse hacia un pálido empate sin goles, que si bien tuvo varias aproximaciones de gol en los arcos de ambas selecciones, resultó muy distante del duelo de infarto que protagonizaron a primera hora españoles y alemanes en el estreno de los cuartos de final, pero donde lo que más interesaba era instalarse en la siguiente ronda para buscar ante España el paso a la definición del monarca europeo en 2024.
Pudo haberlo definido Nuno Mendes en el último minuto del tiempo suplementario, pero la imponente figura del arquero Mike Maignan impidió los abrazos de los portugueses al atajar ese postrero remate, un anticipo de la relevante actuación que tendría el arquero francés en la definición por penales.
En esta ocasión fueron los subcampeones mundiales quienes iniciaron la serie de los penales, y fueron implacables en todos sus lanzamientos. Desde Ousmane Dembelé, que dejó sin opciones a Diogo Costa; hasta Theo Hernández, quien liquidó la definición con un remate ajustado que tampoco pudo adivinar el arquero portugués.
Por el lado de Portugal, los aciertos fueron solamente tres (Ronaldo, Bernardo Silva y Nuno Mendes), insuficientes para alcanzar las semifinales debido al fallo de Joao Félix, quien había ingresado en los últimos minutos precisamente por su certeza en los tiros penales, pero que con su disparo dio con el vertical derecho de Maignan acabó con el sueño portugués de instalarse entre los cuatro mejores del continente.