El partido de esta noche, a las 20:00 horas, ante Paraguay, marcará tres hitos para la selección chilena. El primero es que será el debut como local de Ricardo Gareca, quien se estrenó con un triunfo por 3-0 sobre Albania en Parma y con una derrota por 3-2 a manos de Francia en Marsella.
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El segundo es que será el último amistoso previo al estreno en la Copa América, donde la “Roja” arrancará enfrentando a Perú, el viernes 21 en Arlington, Texas. El “Tigre” podrá agregar un jugadores más a la nómina definitiva en este intervalo, para llegar a un máximo de 26.
Y el tercer acontecimiento es que después de un largo tiempo, el “Equipo de Todos” se reencontrará con su gente en el Estadio Nacional. Con la ilusión renovada, las entradas están agotadas hace rato, por lo que se esperan alrededor de 45 mil espectadores.
Tuvieron que pasar más de siete años para que el combinado criollo volviera a jugar con público en el recinto ñuñoíno. La última vez fue el 2 de junio de 2017, cuando venció por 3-0 a Burkina Faso, en la despedida antes de viajar a disputar la Confederaciones de Rusia.
El cierre del principal coliseo del país coincidió con la debacle deportiva del conjunto nacional. Al regreso del certamen ruso, perdió por 3-0 contra los “guaraníes” en Macul y en definitiva quedó fuera del Mundial de 2018.
En la ruta hacia Qatar 2022, el seleccionado chileno tampoco se hizo fuerte como anfitrión, aspecto clave para aspirar a meterse en una cita planetaria. De hecho, transitó por cuatros estadios, sin poder asentarse en ninguno.
Jugó en el Monumental, en San Carlos de Apoquindo y hasta en el Zorros del Desierto de Calama. Igualmente vio acción en Ñuñoa en un par de encuentros, aunque sin hinchas en las tribunas, debido a la pandemia.
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En este período, considerando duelos oficiales y preparatorios, la escuadra criolla protagonizó 21 choques en nuestro territorio. Deambuló por nueve recintos y siete ciudades diferentes, ya que también fue a Rancagua, Temuco, La Serena, Concepción y Viña del Mar.
Del total, las presentaciones por los puntos fueron 14, con cinco victorias, cuatro empates y cinco caídas. Así, tuvo un rendimiento de 45,2 por ciento en casa, muy pobre si se pretende clasificar a un torneo orbital, que es el gran objetivo posterior al evento continental.